Presidente dijo que ajustes económicos actualizarán el modelo socialista cubano para así salvar la Revolución. El PBI de la isla creció 2,1% en el 2010.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, reclamó hoy exigencia máxima para aplicar su plan de ajustes económicos como único modo de preservar la Revolución y rectificar conceptos "erróneos e insostenibles" acerca del socialismo.
Con un discurso crítico y severo, Raúl Castro clausuró hoy el pleno de la Asamblea Nacional que en su última reunión del año se ha dedicado a analizar la situación económica del país y el proyecto de reformas para "actualizar" el modelo socialista cubano.
"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras", aseveró Castro, quien reiteró que en Cuba no se producirá un giro al capitalismo.
Añadió que el plan de ajustes marca "el inicio del camino de la rectificación y la necesaria actualización del modelo económico", con el rumbo puesto hacia el futuro socialista, ajustado a las condiciones de Cuba y "no al pasado capitalista y neocolonial derrocado por la Revolución".
Durante su alocución de más de dos horas, repasó los errores cometidos en el país y fue crítico con los conceptos "insostenibles" acerca del socialismo que atribuyó al "excesivo enfoque paternalista, idealista e igualitarista que instituyó la Revolución en aras de la justicia social".
Por ello, pidió un cambio de mentalidad a los cubanos y especialmente a los cuadros dirigentes, a quienes instó a desterrar definitivamente el secretismo y la "mentira" y a no "estigmatizar" medidas como la ampliación del trabajo por cuenta propia.
También a los cuadros dirigentes les advirtió que los acuerdos del Gobierno deben cumplirse y no convertirse en letra muerta porque repetir errores pone en juego "la vida de la Revolución".
"Redoblaremos la constancia y la intransigencia ante lo mal hecho", anunció Castro, quien defendió la necesidad de admitir opiniones divergentes y lograr un "consenso nacional" sobre la necesidad y urgencia de "cambios estratégicos" en la economía.
El plan de ajustes económicos impulsado por el Gobierno de Raúl Castro será definitivamente ratificado por el VI Congreso del Partido Comunista (PCC) que se celebrará entre los días 16 y 19 de abril.
A ese cónclave se refirió también Raúl Castro para recordar que "por ley de vida" será el último de la "generación histórica" de la Revolución y, por tanto, tiene la obligación de dejar "trazado" el rumbo del país.
Después de esa cita, se celebrará una Conferencia Nacional del PCC en la que, según avanzó Castro, se analizarán "modificaciones a los métodos y estilos de trabajo" del Partido.
A su juicio, el PCC a lo largo de los años se ha involucrado en funciones "que no le corresponden", lo que limitó su condición de "vanguardia organizada" de la nación cubana.
"El Partido debe dirigir y controlar y no interferir en las actividades del Gobierno, a ningún nivel, que es a quien corresponde gobernar, cada uno con sus propias normas y procedimientos, según sus misiones en la sociedad", aseveró.
Durante su discurso no faltaron las referencias a Estados Unidos, cuya actitud de "gendarme global" ha quedado demostrada, según dijo, con la filtración de miles de sus documentos clasificados por parte del portal WikiLeaks.
En cuanto a la relación con Cuba destacó que no se aprecia en Estados Unidos "la menor voluntad de rectificar" la política contra la isla "ni siquiera para eliminar sus aspectos más irracionales".
Antes de la intervención de Raúl Castro, la Asamblea Nacional de Cuba aprobó los presupuestos para 2011 y el resultado económico del país en 2010, que la isla cierra con un crecimiento del 2,1 por ciento, según el Gobierno, que fijó la estimación para el 2011 en un 3,1.
Otro de los anuncios que Raúl Castro hizo durante su intervención ante los parlamentarios cubanos es que el país eliminará todas las retenciones de pago que han afectado a sus socios comerciales tras haberse logrado "significativos avances" en la renegociación de sus deudas.
Según el ministro cubano de Economía y Planificación, Marino Murillo, la isla ha renegociado deudas por valor de más de 2.000 millones de dólares, que quedarán pendientes para años posteriores al 2015.
EFE
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