El chimpancé de 34 años lanza piedras a sus visitantes cuando están distraídos, pero lo disimula muy bien.
Santino, un chimpancé que se hizo famoso en 2009 por pulir y preparar cuidadosamente cada mañana las piedras que luego arrojaba contra los visitantes del zoo sueco en el que vive, se ha superado a sí mismo y se ha convertido en un maestro del engaño.
Sus cuidadores en el zoo de Furuvik, al norte de Estocolmo, se han quedado estupefactos al verle recurrir al disimulo para pillar desprevenidos a los visitantes, alertados de sus malas artes por los guardas del parque.
Al ver la inutilidad de sus intentos, el chimpancé, de 34 años, no se limita ahora a alistar las piedras para su ataque, sino que ha comenzado a esconderlas bajo montones de heno o detrás de troncos de árboles y a lanzarlas luego sin ningún preaviso.
El estudio de este comportamiento sugiere que los chimpancés tienen la habilidad de anticipar las acciones de los demás y de planificar en consecuencia una estrategia innovadora, según científicos cognitivos de la universidad sueca de Lund, que publican sus resultados en la última edición de la revista PLoS One.
Para que el público se confíe, Santino ya no exhibe una actitud agresiva y de excitación momentos antes del ataque sino que se hace el despistado o fija su atención en otra cosa como una manzana, para no dar tiempo a los visitantes a retroceder.
Los científicos, encabezados por Mathias Osvath, que estudiaron a Santino en 2009, volvieron a observar al chimpancé en mayo de 2010 durante la pretemporada del zoo, que sólo está abierto al público en general entre los meses de junio y agosto.
"Pudimos asistir a la primera vez que introdujo esta innovación, que significa que de hecho puede anticipar una situación futura que no ha experimentado antes. Esto implica una habilidad de planificación flexible y sofisticada", dijo Lund a Efe.
Santino se dedicó a esconder las piedras cuando creía que nadie le veía y siempre después de ver cómo el público se echaba para atrás en espera de sus ataques durante la pretemporada, cuando sólo hay pocos visitantes en jornadas esporádicas, señala el estudio.
"No tengo ni idea de lo que se le ocurrirá ahora, pero es fácil engañar a la gente y muchos de los visitantes disfrutan cuando les lanza piedras un chimpancé tan famoso", dijo Lund, quien agregó que por suerte "no tiene demasiada puntería".
En 2011 Santino no pudo dedicarse a su actividad preferida porque se lesionó la cadera al principio de la temporada y no quiso salir de su recinto cerrado.
Según Lund, este es el primer caso conocido de este tipo de planificación, ya que el lanzamiento espontáneo de piedras u otros objetos contra la gente es algo normal en los zoológicos, aunque dijo que no le sorprendería que las habilidades de Santino fueran compartidas por la mayoría de los chimpancés.
"Apuesto a que hay más casos", señaló.
Santino nació en 1978 en un zoo de Munich (Alemania) y llegó con cinco años de edad al zoo de Furuvik, en Gävle, una ciudad a unos 170 kilómetros al norte de Estocolmo.
Por su edad es un chimpancé maduro, pero estos animales en cautividad pueden vivir hasta los sesenta, por lo que le quedan muchos años para seguir sorprendiéndonos con nuevas estrategias.
EFE
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