Destrucción del material ha sido uno de los numerosos actos que el país asiático organiza una vez al año para demostrar su determinación.
Al igual que los militares que les acompañan, un ejército de adolescentes se mantuvo firme en un instituto de Pekín a la espera de ver cómo se destruyeron más de cuatro toneladas de cd"s y dvd"s piratas incautados por la policía.
La destrucción del material ha sido uno de los numerosos actos que China, el país por excelencia de la copia, organiza una vez al año para demostrar su determinación en la lucha contra la piratería.
Parte del material incautado, más de 38 millones de falsificaciones de cd"s, dvd"s, así como de libros ilegales, son reservados para estos actos, que intentan concienciar a la población de menor edad en un país que es famoso por sus imitaciones.
Las autoridades comunistas insisten, no obstante, en que este tipo de actividad desciende año a año, pese a que las críticas que recibe China por ataques a la propiedad intelectual se mantienen constantes.
Seis máquinas trituradoras fueron colocadas frente a un arsenal de imitaciones y a numerosos militares y adolescentes, que esperaban el desenlace de la ceremonia antipiratería en Pekín.
Sin embargo, un intenso aguacero, que estoicamente aguantaron los presentes durante los numerosos discursos sobre la lucha de China contra la piratería, arruinó el espectáculo.
Este tipo de actos de concienciación distan de la realidad cotidiana de un país en el que incluso existe el riesgo de que los cajeros automáticos de entidades chinas engañen al usuario proporcionándole billetes falsos.
Pero en China no solo se copian ilegalmente películas y discos, el arte de la falsificación lleva a los chinos a imitar incluso comercios enteros.
En 2011, las calles de una de las ciudades del sur del país fueron testigo de la apertura de seis tiendas falsas de la multinacional Apple, a las que no les faltaba el más mínimo detalle para igualarse a las de la marca estadounidense.
EFE
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