Científicos descubren el chiste más gracioso del mundo ¿estás de acuerdo?

"¡No lo vean!... imbécil", son dos expresiones que ha acuñado nuestro gran cómico y sonero Pablo Villanueva, más conocido como "Melcochita" y con solo escucharlos un gran número de peruanos no paran de reír.

Pero ¿qué es la risa, por qué esbozamos una sonrisa, cuáles son los requisitos para que un chiste sea el mejor de la historia y del mundo?

Todo dependerá de la idiosincrasia y costumbres de un país. Un chiste en China no lo será en Ecuador. Una broma en Perú del "Chato Barraza" tal vez no arranque una carcajada en Marruecos.

El humor es subjetivo. Lo que es gracioso para algunos, para otros no lo es. Mientras unos se matan de la risa con chistes de doble sentido o de humor negro, otros los odian.

El investigador estadounidense Scott Weems, autor de “Ha!: The Science of When We Laugh and Why”, que en español significa "¡Ja!: La ciencia de cuando nos reímos y por qué" tal vez tenga la respueta.

Weems explica que hay toda una ciencia detrás de lo que nos hace reír, afirmando que aunque la sorpresa y la conmoción son importantes “no lo son todo”, sino que más fundamental es algo llamado “patada del descubrimiento”.

Weems dice que “el humor funciona cuando la historia en primer lugar nos dirige de una manera, entonces, de repente cambia nuestras percepciones”.

En su libro, Weems dice que ha descubierto el mejor chiste del mundo, la cual es una broma de Gurpal Gosall, un psiquiatra de Manchester:

“Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya. No está respirando y sus ojos están hundidos, por lo que su amigo llama a un número de emergencia.

"¡Mi amigo está muerto! ¿Qué debo hacer?’, pregunta al operador, quien responde: “Cálmese, señor. Puedo ayudarlo. Primero, asegúrese de que su amigo esté realmente muerto”.

Hay un silencio, luego se escucha un disparo. El tipo vuelve al teléfono y dice: ‘Ok, ¿y ahora qué?’”.

Bueno este chiste para los anglosajones es el mejor. ¿Cuál es tu opinión, te reíste?. Tal vez un chiste del chato Barraza o de Manolo Rojas te haga carcajear hasta que la barriga te duela.