La protesta en Argenita se globalizó gracias a Internet y redes sociales y se llevó a cabo en varias ciudades del mundo.
Unas 350 personas realizaron un "cacerolazo" ante el consulado argentino en Nueva York dentro de la jornada de protestas del "8N" convocada contra la política del Gobierno de Cristina Fernández.
Con gritos y eslóganes como "Argentina, Argentina" o "Libertad, libertad", y equipados con carteles, cacerolas, sartenes, silbatos y otros artilugios ruidosos, los manifestantes mostraron su queja unánime contra el Ejecutivo de Buenos Aires.
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