El coronel en retiro, Andrés Morales Vega, contó en 'Conexión' de RPP Noticias, cuál fue su plan de seguridad para la primera visita de un papa al Perú en 1985.
El papa Juan Pablo II visitó el Perú por primera vez en febrero de 1985 y durante cinco días realizó misas multitudinarias en 8 ciudades del país. El encargado de su seguridad fue el coronel de la antigua Policía de Investigaciones del Perú (PIP), Andrés Morales Vega, quien estuvo junto al santo padre en todo momento. En el programa Conexión de RPP Noticias, el oficial en retiro reveló detalles de las acciones de inteligencia que dirigió para garantizar la tranquilidad del jefe de la Iglesia Católica durante su estadía en el Perú.
Morales informó que la Policía entrenó durante un año y medio el plan de seguridad preparado para la visita del papa. Indicó que el personal encargado de custodiar a Juan Pablo II estaba conformado por 13 oficiales de élite y que había otros equipos encargados de asegurar que no existan riesgos en los lugares incluidos en la ruta papal.
"Actos imprevisibles". El ex jefe policial señaló que las medidas de seguridad para un papa son distintas a las que se toman para un dignatario. Explicó que ante la visita de cualquier autoridad basta con cortar accesos al común de la gente, un escenario totalmente opuesto a la del líder religioso que establece contacto físico y visual con los fieles.
Indico que en un recorrido, un Sumo Pontífice puede detenerse a cargar a un niño o dar la mano a los creyentes. "Todos los actos del Santo Padre son imprevisibles", dijo y comentó que por eso es necesario tener a oficiales de inteligencia confundidos entre los devotos. "Se peina todo el recorrido, se siembra gente, policías de civil. Es una actividad muy profesional y no puede haber ninguna equivocación".
Colaboración. En la seguridad también se involucra a los fieles que participan en los actos litúrgicos. Morales recordó que en una misa realizada en el Hipódromo de Monterrico y que estuvo abarrotada de gente, "jóvenes de la iglesia" colaboraron con las disposiciones de seguridad.
Además, antes de cada traslado, los equipos de seguridad se adelantan a las zonas de eventos, para "preparar especialmente al personal que va a estar en torno al Santo Padre".
Posible atentado. Morales recordó el intento de asesinato contra Juan Pablo II en mayo de 1981, cuando el turco Mehmet Ali Ağca le disparó cuatro veces en un acto público en la plaza San Pedro del Vaticano. Con ese antecedente, su equipo preparo un plan.
"Encontramos la forma de entre comillas derribar al Santo Padre, tomándolo de la frente, recibirlo con el brazo izquierdo, poner el cuerpo encima de él y bajarlo hasta el piso, mientras los otros elementos cerraban el circulo en torno al Santo Padre", explicó.
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