En el marco del Corpus Christi, el Padre Clemente, señala que ´Dios siempre ha sido escandaloso para los hombres, porque hace cosas que ni se nos ocurre pensarlas y esa es la Eucaristía´.
Reflexiones del Padre Clemente Sobrado:
Hola amigos, con esta fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, que nosotros llamamos sencillamente, Fiesta del Corpus, termina esta serie de fiesta que siguen al tiempo pascual. Es de las pocas fiestas que se duplican en el Ciclo Litúrgico: La Ultima Cena y el Corpus.
¿Qué pensaría la gente de ti si dijeses por ahí “yo soy pan”. “Ustedes tienen que comer mi carne” y “beber mi sangre”. Tengan cuidado porque alguien pudiera llevarlos al manicomio.
Y sin embargo, Jesús así quiso definirse a sí mismo. Y pienso que fue la mejor definición que dio de sí, al menos en su relación con nosotros. Convertirse en pan sin necesidad de panaderos. Y darse a comer como pan y carne. Todo ello ¿qué significa sino que Jesús no vive para sí sino que vive para que todos los demás tengamos vida?
El comer es algo fundamental en la vida. Y comemos de todo. Pero pensar que Dios se hace pan y se hace carne para que podamos comerlo, realmente es todo un exceso de amor y de entrega. El pan no sirve para nada si no es para que lo comamos. El pan no es para sí mismo ni para guardarlo. El pan es siempre para los otros. La carne no es para sí misma, es para que otros puedan alimentarse.
A todos nos parece normal el pan que elaboran los panaderos. Pero resulta todo un escándalo que una persona se convierta en pan. Nos parece normal la carne, en guiso, a la parilla y de mil maneras. Pero es todo un escándalo pensar que alguien se hace carne para que la comamos.
Por eso lo judíos que escuchaban a Jesús se escandalizaron y disputaban entre sí: ¿cómo puede éste darnos a comer su carne?
Dios siempre ha sido escandaloso para los hombres. Porque es tan creativo que hace cosas que ni se nos ocurre pensarlas. Y esa es la Eucaristía. Algo tan sencillo como es comulgar. Y algo tan misterioso que es comernos a Dios entero. O algo tan misterioso que Dios en su loco amor por nosotros se hace vida en nuestra vida.
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