El tribunal condenó al joven como autor de homicidio calificado y hurto simple en agravio de la peruana Stephany Flores, imponiéndole 200 mil soles de reparación civil a favor de los deudos.
El colegiado “B” de la Tercera Sala Penal para Reos en Cárcel de la Corte de Lima condenó hoy al ciudadano holandés Joran Van der Sloot, a 28 años de prisión por el asesinato de la joven peruana Stephany Flores Ramírez (21), ocurrido el 30 de mayo de 2010, en un hotel de Miraflores.
El tribunal condenó al joven como autor de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de homicidio calificado, y contra el patrimonio, en la modalidad de hurto simple, ordenando también el pago de una reparación civil de 200 mil nuevos soles a favor de los deudos.
Asimismo, se dispuso la expulsión de Van der Sloot del Perú a su país natal, luego de culminar su pena, que vence el 10 de junio del 2038.
La sentencia, leída en la sala de audiencias del penal San Pedro (ex Lurigancho), señala que el ciudadano holandés tenía plena conciencia de sus actos, cometiendo el asesinato con ‘ferocidad, crueldad y alevosía’ con el propósito de extender el dolor de su víctima.
Señala que al momento de los hechos, Joran van der Sloot tenía 21 años y no presentaba condiciones físicas o psíquicas disminuidas que lo aleje de la realidad, según reveló el informe médico.
El tribunal refiere además en su sentencia que el joven, quien en la actualidad tiene 24 años, cometió el delito de hurto simple tras acabar con la vida de su víctima, con el propósito de financiar sus huida del país a Chile.
Las juezas precisan que si bien Van der Sloot admitió el crimen inicialmente, luego en el juicio rechazó los cargos, incluso denunciando violación a su legítima defensa, por lo que no supone una confesión sincera tal cual determina el Código Penal peruano.
La sentencia hace un recuento del ingreso de Joran van der Sloot al país en el 2010 para participar en un torneo de póker en un casino limeño, donde conoció a su víctima, quien se dedicaba a la misma actividad.
Asimismo, describe cómo se produjo el asesinato de Stephany Flores en la habitación de un hotel miraflorino, la posterior huida del holandés a Chile por tierra y el hallazgo del cuerpo de la víctima por parte del personal del hospedaje.
El tribunal indicó que el delito de homicidio fue cometido con ferocidad, que implica desprecio por el ser humano, que sin motivo alguno, el acusado adoptó una actitud de violencia extrema expresándose en la eliminación de la vida de Stephany.
Otro agravante es la alevosía que presupone extender el dolor de la víctima indefensa, es decir, dar muerte y querer hacerlo de determinada manera sin móvil aparente, sometiendo a la víctima a un trato cruel.
Se reserva derecho de apelar
Al preguntarle por su posición respecto de la condena, Joran van der Sloot se reservó el derecho de apelar ante un tribunal supremo.
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