El Proyecto Casa de Hielo consiste en una instalación arquitectónica artística en una ciudad que ha perdido más de la mitad de su población desde los años cincuenta.
El fotógrafo Gregory Holm y el arquitecto Matthew Radune han congelado una de las más de veinte mil casas abandonadas para llamar la atención sobre las actuales condiciones urbanas y otras temáticas.
El proyecto en sí consiste en rociar agua sobre la construcción que, bajo el invierno reinante, se convierte en hielo. Holm planea cubrir todo el proceso de transformación.
En la primavera, equipos de trabajo salvarán los materiales que se puedan volver a usar y demolerán la vivienda. Holm y Radune esperan recaudar más de once mil dólares por internet, la mayoría para los gastos de demolición. EFE
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