Es la historia de cientos de mujeres en el país que sin saber van camino a ese destino fatal. El de desear ser compresivas las lleva a sufrir golpes de sus parejas y maltratos tal como le ocurrió a Leyla madre de tres niños quien termino quemada por sus pareja 10 años menor Carlos.
Sobre este caso dialogamos en programa con Carmen Gonzáles – psicóloga y psicoterapeuta y además compañera de la casa RPP y nos manifiesto algo que también apareció en un artículo suyo sobre el referido asunto. "Mi hipótesis es que no era “comprensiva”. Era agresiva pasiva y parte de una relación sadomasoquista".
Era de las hermanas menores y sintió dolor y rabia al no sentirse amada como ella esperaba. Los niños quieren el amor exclusivo de los padres y, si no tienen el primer lugar, sienten que no los aman. Esto quedó en el inconsciente. Cuando Carlos le demanda amor con fuerza –que se va convirtiendo en violencia– no puede separarse. Inconscientemente, siente que su deseo infantil se está cumpliendo ya que Carlos, la ama “por sobre todo”. Por la ley de la “repetición compulsiva”, busca inconscientemente repetir lo sentido en la infancia.
Él, por graves carencias infantiles, quedó lleno de dolor y odio deseando que la madre lo amara sin límites. Se apega a Leyla creyendo que tolera sus violencias porque lo ama; inconscientemente, necesita a una mujer para transferirle sus exigencias y odio infantiles. Ambos se necesitan para descargar sus frustraciones y odios. Buena pareja es la que hace que el otro madure. La pareja ni la adultez producen emociones nuevas, por si acaso. Más bien, reviven emociones inconscientes de la infancia.
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