Incidentes se generaron por el rechazo de los reclusos a un registro y allanamiento del penal por parte de las autoridades penitenciarias.
El grupo especial Antimotines de Gendarmería (guardia de prisiones) intenta controlar a un grupo de reclusos de la cárcel chilena de San Miguel, donde hace una semana perdieron la vida 81 presos en un incendio después de un intento de motín, informaron hoy fuentes oficiales.
El director de Gendarmería, Luis Masferrer, dijo en declaraciones a Radio Cooperativa que los incidentes se generaron como un acto de protesta ante un procedimiento que "estaba agendado" de registro y allanamiento del penal, ubicado a pocos kilómetros del centro de Santiago y que alberga a unos 500 reclusos.
Masferrer explicó que estos procedimientos son habituales", pero "no es habitual la reacción de la población penal" y agregó que los guardias dispararon perdigones de goma para repeler el ataque.
El director de Gendarmería afirmó que la actitud de los reclusos puede estar determinada por la proximidad de las fiestas de fin de año "ya que son tiempos más sensibles para la población penal".
Según detalló, los incidentes se iniciaron cuando estaban allanando las calles 10 y 8 del recinto penal, hecho que provocó altercados en la calle 11, por lo que debió intervenir un centenar de efectivos de la brigada Antimotines.
EFE
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