"Si EEUU inicia una guerra nuclear, no nos queda otra opción que tomar medidas de autodefensa mucho más fuertes para proteger nuestra soberanía", advirtió el régimen de Kim Jong-un.
Corea del Norte prometió este domingo responder con "fuertes medidas de autodefensa" a los próximos ejercicios militares planeados por Seúl y Washington en la región, después de que ambos aliados rechazaran su propuesta de cancelar las maniobras.
"Si EEUU inicia una guerra nuclear, no nos queda otra opción que tomar medidas de autodefensa mucho más fuertes para proteger nuestra soberanía y la dignidad del pueblo", advirtió el régimen de Kim Jong-un en un artículo del diario Rodong, aunque no especificó las acciones concretas que llevaría a cabo.
Pyongyang, que califica los próximos ejercicios militares como "un ensayo de guerra nuclear" orientado a invadir el país comunista, instó a Washington a tomar "la decisión correcta" y cancelar sus planes, según el editorial del periódico del Partido de los Trabajadores.
Corea del Norte propuso oficialmente al Sur el pasado jueves "tomar medidas prácticas para detener todos los actos de provocación y difamación mutuos a partir del 30 de enero" con el fin de mejorar las relaciones bilaterales y abrir una etapa duradera de paz.
Las medidas propuestas por Pyongyang incluirían cancelar el Key Resolve y el Foal Eagle, dos ejercicios militares anuales que Seúl y Washington realizarán desde finales de febrero hasta los últimos días de abril para coordinar su defensa ante la amenaza norcoreana.
Seúl respondió negativamente a la oferta de Corea del Norte al confirmar que las maniobras militares se celebrarán "tal y como estaba previsto", mientras la Casa Blanca también confirmó que no habrá cambios.
Corea del Sur realiza cada año varios ejercicios militares conjuntos con EEUU, que tiene instaladas permanentemente 28.500 tropas en territorio surcoreano, mientras Corea del Norte habitualmente condena estas maniobras y formula amenazas.
La celebración del Key Resolve y el Foal Eagle el año pasado tuvieron una dura respuesta del régimen de Kim Jong-un, que durante los meses de marzo y abril protagonizó una inusualmente larga e intensa campaña de amenazas y hostilidades contra Seúl y Washington.
Norte y Sur se encuentran desde hace décadas en situación de enfrentamiento técnico debido a que la Guerra de Corea (1950-53) finalizó con un armisticio que hasta hoy no ha sido reemplazado por un tratado de paz.
EFE
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