Aunque los abuelos pueden aportar, los padres tienen la última palabra.
Para algunas parejas, la participación de los suegros o abuelos en la crianza de los niños resulta molesta.
El equilibrio entre la pareja y los suegros se rompe en el momento en que los dos dejan de sentirse a gusto con la intervención de la abuela o notan que pierden autonomía en la toma de decisiones. De igual forma, muchos abuelos se sienten rezagados de la vida familiar al no contar con el apoyo de la nuera o del yerno a la hora de aportar sus conocimientos en el bienestar de los nietos. El reto está en no romper el equilibrio. Si esto ocurre, es necesario hablar y replantear la manera en que se están relacionando los abuelos con sus nietos.
En este punto, hay que recalcar que a pesar que los padres son una figura determinante para el pequeño, cada persona de la familia, especialmente los abuelos, necesitan tener una participación activa en el tiempo.
Sin embargo el aporte de los abuelos difícilmente se leerá como inoportuna si la pareja actúa como un equipo. Esto significa que se pongan de acuerdo en su papel y los límites que debe respetar. Si los dos defienden lo mismo, no habrá conflicto.
Aquí algunos parámetros para que reine la armonía.
- La pareja debe hacerles entender a los abuelos que son ellos los que tienen la última palabra sobre sus hijos utilizando frases como "contar contigo es maravilloso, así no haga lo que tú dices".
- Hay que convertir el conflicto en una oportunidad para que la familia se una.
- Es importante solucionar el problema por el bienestar del niño.
Funciones de los abuelos
- Dar consejo, si lo requieren.
- Transmitir valores familiares.
- Ser Compañero de juegos.
- Ayudar en momentos de crisis, como enfermedad o separación.
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