Debido a su reciente separación, el actor de ´Jamás besada´ decidió internarse en un centro de rehabilitación para tratar su alcoholismo.
El actor estadounidense David Arquette, de 39 años, decidió ingresar en una clínica de rehabilitación debido a sus problemas con el alcohol, que empeoraron a raíz de su divorcio con la recordada actriz de “Friends”, Courteney Cox.
Tras seguir una terapia psicológica semanal, el actor optó por someterse a un tratamiento más intensivo.
Su ex esposa le ha mostrado públicamente su apoyo y le ha animado a mejorar su situación.
"Admiro realmente a David y su elección de hacerse cargo y mejorar su vida. Lo amo y lo apoyo", declaró Cox, de 46 años, a People.
Arquette se dio cuenta de su problema, según declaró él mismo en una entrevista en el show de Howard Stern. "Todo el mundo está preocupado por mí. Cuando bebo, me convierto en un maníaco", sostuvo el actor de “Jamás besada”.
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