Según cifras del MINSA, la degeneración macular asociada a la edad afecta al 15% de la población. Si no se trata, esta pérdida de visión en el centro del ojo puede derivar en ceguera.
Se incrementa cifra de DMAE en el país. La degeneración macular asociada a la edad es la primera causa de ceguera entre personas mayores de 55 años; la DMAE reduce la capacidad de desarrollar actividades cotidianas que dependen de la visión central como leer, conducir, escribir , tejer, coser, bordar, etc
La DMAE afecta a más de 350.000 personas y se calcula que una de cada tres de ellas sufrirá ceguera cuando llegue a los 75 años.
“La DMAE afecta a la mácula, la parte de la retina más desarrollada, que nos permite apreciar las imágenes en las que fijamos la vista y ver con pulcritud los detalles o los colores. Mientras la visión periférica permanece intacta, la pérdida de visión se produce en el centro del ojo, ya que es a través de la mácula por donde llegan al cerebro los estímulos visuales que ocupan el centro de nuestro campo visual” indica la Dra. Verónica Talavera, directora ejecutiva de la Clínica de Ojos Opeluce.
¿Por qué ocurre?
La mácula se va desgastando conforme envejecemos. A esto se suman otros factores, como alteraciones en el metabolismo de la retina. Para que funcione todo su complejo sistema, ésta consume muchos recursos y también genera muchos desechos, que se deben eliminar. Con la edad, al ojo le cuesta cada vez más deshacerse de los desechos y estos se van acumulando.
Existen dos tipos de DMAE: la seca y la húmeda. La seca afecta a casi un 80% de quienes padecen la afección. Su inicio es lento y daña a los dos ojos por igual.
"Es como la expansión de un líquido que se derrama, y poco a poco va restando visión en la zona mojada, pero mantiene intactas las capacidades visuales de las zonas secas. Por ello resulta muy difícil su detección en una revisión común", explica la especialista.
La DMAE húmeda es menos común pero más peligrosa. Afecta a entre un 15% y un 20% de los enfermos. En estos casos, los vasos sanguíneos del fondo del ojo crecen de modo anormal en el área macular. Incluso puede haber hemorragias que aceleren la degeneración. Acostumbra a afectar primero a un solo ojo, pero, con frecuencia, al poco tiempo se manifiesta en el otro.
Es importante que las personas diagnosticadas sigan un control periódico y estricto por parte de un oftalmólogo.
¿Cuándo empezar a sospechar que está pasando algo?
Al principio, la pérdida de visión puede ser difícil de apreciar, pero hay otros síntomas a tener en cuenta: ver las líneas rectas distorsionadas, ver palabras borrosas, tener problemas para detallar o detectar visión central en áreas oscuras. El ojo puede ser más sensible a luces intensas, ver luces que no existen o necesitar más luz para leer o para hacer otras actividades. También puede producirse una alteración en la percepción de las distancias y alturas que dificulte acciones como bajar escaleras o reconocer las caras de las personas.
¿Quiénes la padecen?
Los individuos de raza blanca tienen más probabilidades de padecerla, sobre todo en sus formas más graves. El tabaco y la obesidad también se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar DMAE.
También puede jugar en contra una dieta rica en grasas, los niveles de estrógenos alterados, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, la radiación solar y el color claro del iris.
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MÁSALLÁ DE LAS CANAS es un programa que se trasmite por RPP Noticias los sábados desde las 7:00 PM con la conducción de Miguel Humberto Aguirre.
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