Al comentar el caso de la niña Pierina, asesinada por su madre, Yamili Guerrero, responsable de la Demuna, dijo que los jueces deben determinar cuál es el padre más idóneo para tener la custodia de los hijos.
Yamili Guerrero, responsable de la Defensoría Municipal del Niño, Niña y Adolecente (Demuna), advirtió que la condición de ser madre no implica que sea la persona idónea para tener la tenencia de los hijos.
Lo dijo en alusión al cruel asesinato de la niña Pierina de tan solo nueve años a manos de su propia madre.
"Hay una creencia en algunos jueces, que simplemente la condición de ser madre es la que otorga la tenencia. Tiene que verse cuál es el padre más idóneo, y si es el papá y no la mamá, entonces los niños deben estar con él", expresó en diálogo con RPP Noticias.
Aún no se sabe cuál será el destino de los hermanitos de Pierina. Los niños podrían quedar bajo la protección del Inabif, institución adscrita al Ministerio de la Mujer (Mindes), ya que la abuela de los menores ha rechazado asumir la custodia.
La funcionaria afirmó que este execrable caso y otros de violencia creciente contra nuestros niños y adolescentes, ocurren porque el Estado no protege a los grupos más vulnerables de nuestra población.
Destacó, no obstante, que la Demuna sí tiene la oportunidad de poder resolver casos de tenencia, régimen de visitas y alimentos, a través de la emisión de actas que tienen carácter de sentencia y, por tanto, son de obligatorio cumplimiento.
Precisó que la Demuna en un plazo de 30 días puede lograr la conciliación de las partes, haciendo entender a los padres que el máximo interés son los hijos.
Añadió que este ente municipal cuenta con equipos multidisciplinarios, trabajadoras sociales que van hasta las viviendas y psicólogos que orientan a los padres, a aquellos que tienen la concepción errada de que es necesario aplicar la violencia para corregir.
A su turno, la congresista Lourdes Alcorta expresó su indignación por el crimen contra la pequeña Pierina y sugirió salir a las calles para protestar por la mala práctica de algunos jueces, que en este caso prácticamente dictaron la sentencia de muerte de la niña al dejarla en manos de su desequilibrada madre.
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