Yokamon Hearn, de 33 años, acusado de secuestro y asesinato, fue ejecutado con una sola dosis del sedante pentobarbital, en lo que constituye el primer caso de este tipo.
Las autoridades en Huntsville (Texas, EE.UU.) ejecutaron hoy con una sola inyección letal a un afroamericano condenado por un asesinato en 1998, pese a que la defensa insistió en que éste padecía de retraso mental.
Yokamon Hearn, de 33 años, había sido condenado a la pena capital por el asesinato en 1998, cerca de Dallas, de un hombre blanco al que también había secuestrado en el vehículo de la víctima.
Las autoridades confirmaron la muerte de Hearn a las 18.37 hora local (22.37 GMT), aproximadamente 25 minutos después del inicio del suministro del fármaco letal.
Antes de ser ejecutado, Hearn expresó, amor y buenos deseos a su familia y dijo estar "listo".
Hearn se convirtió así en el sexto ejecutado en Texas en lo que va del año y en el número 483 desde 1982.
Aunque ya tenía antecedentes criminales por robo, asalto, violación y posesión de armas, entre otros delitos, la defensa argumentó infructuosamente que Hearn nació con retraso mental debido a que su madre ingería bebidas alcohólicas durante su embarazo.
Hearn fue ejecutado con una sola dosis del sedante pentobarbital, en lo que constituye el primer caso de un reo ejecutado en Texas con una sola inyección letal.
EFE
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