Algunas personas tienen una fuerte tendencia a relacionarse de manera negativa con el ser amado. A pesar de amar a la pareja, suelen lastimarlos constantemente.
Algunas personas tienen una fuerte tendencia a relacionarse de manera negativa con el ser amado. A pesar de amar a la pareja, suelen lastimarlos constantemente y hacen de la relación amorosa un vínculo tormentoso. Hoy en Era Tabú, Fernando Maestre y el doctor Leopoldo Caravedo hablaran sobre el apego y las relaciones problemáticas.
Una relación sentimental plena debería buscar ser lo más sana y armónica posible. Sin embargo, suele ocurrir que hombres y mujeres se envuelven dentro de vínculos complicados y hasta enfermizos. A las relaciones que causan más sentimientos negativos que positivos se les llama relaciones patológicas por el caos que pueden generar dentro de la pareja.
Una de las formas más comunes y enfermizas de constituir una relación de pareja es la codependencia. Esto sucede cuando una de las partes de la pareja escoge, de manera constante e inconsciente, a personas que tienden a preocuparse más del otro que de uno mismo. En otras palabras, la persona codependiente necesita ocuparse de los problemas de la pareja para no tener que enfrentar los suyos.
Algunas parejas suelen confundir amar con necesitar. La recurrencia en la elección de un tipo de personas con ciertas carencias o adicciones se debe a una necesidad incontrolable de sentirse querido y necesario. Es decir, que es mayor la necesitad de estar con alguien que querer estar con alguien por amor.
En una relación de coodependencia, aunque parezca que el síntoma que la rige es la sumisión, lo que en realidad se está buscando es mantener una forma de control sobre el otro, ya sea a través del rol de víctima o a través como del de salvador.
Es importante que en cada relación que se establezca, se aprenda a diferenciar entre dos sentimientos diametralmente opuestos, como son querer y necesitar. Para el psicoanalista Leopoldo Caravedo, las relaciones patológicas se crean a partir de un apego desorganizado que genera un vínculo enfermizo por ser indispensable e insoportables al mismo tiempo.
Otro caso de relaciones patológicas involucra a personas con rasgos limítrofes. Puede que estas personas tengan cambios bruscos en sus sentimientos hacia la pareja. Pueden pasar de ser gentiles y amorosos a estar irritables y hacer desplantes.
Por su parte, alguien con rasgos paranoides desconfiará siempre de su pareja por más que sea fiel y leal. La persona con rasgos histriónicos de la personalidad deseará ser siempre el centro de atención y objeto de deseo de otros. En el caso del antisocial, su personalidad será violenta con la pareja a pesar de decir amar a su pareja. El pasivo-agresivo necesitará al mismo tiempo una pareja autoritaria y sentirse libre de control; mientras que el narcisista-egocéntrico se sentirá feliz recalcándole a su pareja que no encontrará a nadie mejor, mostrando soberbia y arrogancia.
Invitado: Dr. Leopoldo Caravedo - psicólogo clínico y psicoanalista del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima
Teléfono: 445-1520
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