Cuando una mujer se queda embarazada las probabilidades de que las mujeres de su entorno se queden también embarazadas se multiplican, asegura un estudio.
El hecho de ver a una compañera o amiga embarazada parece generar, en las mujeres que aún no son madres o que no están embarazadas, el deseo de vivir lo mismo que ella.
¿En qué consistió el estudio?
• El estudio se llevó a cabo en la Universidad alemana de Bamberg, donde analizaron el comportamiento de 42.000 mujeres de 7.600 empresas.
• En el estudio observaron que durante el año posterior al embarazo de una trabajadora se duplicaba la posibilidad de que sus compañeras se quedaran también embarazadas.
• Al ver a una mujer, compañera o amiga, embarazada o ya con su bebé, las otras mujeres experimentan el deseo de ser madre y ven aumentada su autoconfianza en sus capacidades para serlo.
• Como la decisión de tener un hijo se toma en medio de una gran incertidumbre, las experiencias del entorno social cobran especial relevancia para las mujeres.
En ocasiones se llega a desatar una verdadera reacción en cadena, en que todas las mujeres empiezan a quedar embarazadas con un tiempo más o menos determinado entre los embarazos, como si la que no queda embarazada se sintiera hasta extraña por ver que sus compañeras sí tienen o van a tener hijos.
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