Las palabras cariñosas, caricias y besos son acciones necesarias para que niños crezcan emocionalmente y puedan mantener relaciones de confianza, seguridad y respeto con los demás.
“El juego en la infancia es esencial, es la forma en que los niños se divierten y aprenden, y nuestro apoyo en ese aprendizaje es sumamente beneficioso para establecer un vínculo entre padres e hijos, por eso jugar todos los días con nuestros hijos es fundamental para su desarrollo”, dijo Pilar Asán del área de estimulación temprana del Hospital San Bartolomé.
Los niños se sienten queridos, atendidos y que son importantes para nosotros cuando compartimos actividades con ellos.
No es imprescindible hacerlo con algún juguete: También se pueden inventar juegos, canciones, leer cuentos, bailar, hacer juegos de manos, trabalenguas, disfrazarnos, etc. Cualquier forma es válida cuando el fin es compartir un buen rato.
“Para los bebés, los juegos son los mimos, las caricias, las sonrisas, leerles un libro. Lo que necesitan, tanto los bebés como los más mayorcitos, es sentir que estamos allí, que los queremos, les prestamos atención y que disfrutamos de su compañía”, añadió Asán.
Muestre afecto de manera sencilla:
• El cariño fomenta el desarrollo de los niños e incentiva sus destrezas.
• Enseñarles a los niños a portarse bien es también brindarle afecto, es importante que entiendan y diferencien lo que está bien y mal.
• Es importante que los padres mientras están con sus niños se dediquen exclusivamente a ellos, conocer sus gustos y dialogar.
• Si un padre o madre trabajan durante largas horas, es importante que los llamen por teléfono y dedicarle algunas palabras pese a que el niño aún no hable. Recordará la voz.
• La relación de afecto con los hijos se establece desde que nacen, los niños entienden cuando son queridos.
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