Lima es la segunda ciudad más grande en el mundo construida sobre un desierto. La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante, pero la capital peruana solo tiene tres.
Lima es la segunda ciudad más grande en el mundo construida sobre un desierto, la primera es El Cairo, en Egipto, en el continente africano. Eso explica, pero no justifica, que tengamos un déficit tan alto de áreas verdes. Recordemos que la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Lima, sin embargo, tiene solo tres y a nivel nacional el panorama es aún más complicado.
¿Por qué ocurre esto? Anna Zuchetti, expresidenta del Serpar, lo explica de la siguiente manera: "No hemos tenido la capacidad de planificar las ciudades para que tengan suficientes espacios verdes, que es una de las características básicas de ciudades saludables y habitables y también los pocos recursos municipales", señala.
Resulta evidente que urge revertir esta situación pronto y el primer paso es visibilizar el problema como lo señala Carlos Carcheri, presidente del instituto Terramar: "para comenzar, incorporar en su agenda política a los espacios públicos o áreas verdes. Involucrar a la participación de la población en todas las fases del proceso, del diseño, construcción, ejecución y mantenimiento de los espacios públicos", propone.
Y de cara a la renovación de nuestras autoridades municipales, Anna Zuchetti, especialista en este tema, sugiere lo siguiente: "alcaldes, equipos, si no tienen todavía viveros municipales, se pueden hacer con muy pocos recursos y con esos insumos pueden empezar áreas verdes con los vecinos de otras partes de la ciudad para reducir la erosión del suelo o del agua y para tener ciudades más verdes, más sanas, competitivas y más felices", sostiene.
Finalmente, Carlos Carcheri, presidente del instituto Terramar, advierte que en nuestra capital, sin embargo, tenemos recursos a mano para contrarrestar este déficit: "en ciudades como Lima es un poco difícil, pero no imposible. Nosotros tenemos una serie de espacios naturales que ahí están, que pueden contribuir a reducir significativamente el déficit de espacios públicos", señala.
Lima ocupa el último puesto en el ránking de espacios verdes de América Latina muy por debajo de Santiago de Chile, México, Bogotá y Quito.
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