El preso cubano falleció tras una huelga de hambre de 50 días. Los disidentes cubanos responsabilizan de su muerte al gobierno.
El preso cubano Wilman Villar fue enterrado en el oriente de Cuba tras su fallecimiento por una huelga de hambre de 50 días, según la oposición interna, mientras el Gobierno de la isla lo definió como un "recluso común" y negó ese ayuno y que fuera un "disidente".
La disidencia cubana responsabilizó al Gobierno de la isla de la muerte "evitable" del preso Wilman Villar, de 31 años, que fue condenado en noviembre a cuatro años de cárcel por desacato, atentado y resistencia.
El fallecimiento de Villar, ocurrido el jueves, ha suscitado reacciones de condena desde la oposición interna, el exilio de Miami y los Gobiernos de Estados Unidos y España, ante un caso que muchos compararon con el de Orlando Zapata, el preso político que falleció en febrero de 2010 tras un larga huelga de hambre.
El Gobierno de Cuba divulgó este viernes una "nota informativa" sobre la muerte del joven, en la que se le define como un "recluso común" y asegura disponer de "abundantes pruebas y testimonios que demuestran que no era un "disidente" ni estaba en huelga de hambre".
Según la versión oficial, Wilman Villar fue encarcelado el 25 de noviembre por delitos de "desacato, atentado y resistencia" relacionados con una agresión a su esposa que denunció la madre de esta.
Después de esos hechos quedó "procesado en libertad" y comenzó a vincularse con "elementos contrarrevolucionarios" -como el régimen cubano llama a los disidentes-, "quienes le hicieron creer que su presunta pertenencia a los grupúsculos mercenarios le permitiría evadir la acción de la justicia".
Sobre las causas de su muerte, la nota oficial indica que se produjo por un "fallo multi-orgánico" que provocó "shock por sepsis" tras haber sido trasladado de la cárcel a un centro hospitalario por una neumonía severa en el pulmón izquierdo.
El Gobierno destaca que Villar recibió "todas las atenciones médicas" y que se le trató en uno de los hospitales de "mayor nivel" de la región oriental de Santiago de Cuba.
También condenó "las manipulaciones" y la "campaña difamatoria" que se ha promovido contra Cuba en torno a este caso.
Tras su fallecimiento el jueves, Wilmar Villar fue enterrado esta tarde en la localidad natal de Contramaestre, en el oriente de la isla, en "una atmósfera de intimidación policial", según la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
El portavoz de este grupo, Elizardo Sánchez, relató a Efe que solo dejaron entrar en la funeraria a ocho integrantes del grupo disidente "Damas de Blanco" y a seis opositores, pero "a la hora de salir el cortejo fúnebre la policía les bloqueó y no les permitió ir al cementerio, al que solo pudo llegar la familia".
"Por añadidura había 6 opositores fuera de la funeraria para sumarse al cortijo y fueron arrestados para impedirles que fueran al entierro, sin contar entre 50 y 70 detenciones preventivas" que se produjeron en las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo, Granma y Holguín, denunció el disidente.
"El Gobierno ha manejado con una visión enteramente política todo el proceso de agonía, la muerte, el funeral y el entierro de Wilman Villar. Todo ha sido manipulado por la policía política sin duda alguna", sostuvo.
Wilman Villar era, según la disidencia, un opositor "activo" desde el pasado mes de septiembre, cuando se sumó a la ilegal Unión Patriótica de Cuba que lidera José Daniel Ferrer, exrecluso político del "Grupo de los 75".
Comenzó a participar en actividades de este grupo y el 14 de noviembre fue detenido en una protesta. Días después fue juzgado y condenado a cuatro años de cárcel por delitos de desacato y atentado contra la autoridad.
Encarcelado en la prisión de Aguadores, en la provincia oriental de Santiago de Cuba, inició una huelga de hambre en protesta por su condena, de acuerdo con la versión de la disidencia. EFE
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