En el último programa de Diálogo de Fe de este año, el Cardenal Juan Luis Cipriani hizo un recuento espiritual de lo que ha significado el 2011 para los peruanos y para el mundo.
"Una gran rebelión espiritual se ha producido este 2011. Hemos visto un rechazo sin rumbo y sin claridad. Ese grupo de poder, los que desarrollan el mundo, medios de comunicación, políticos y empresarios, han querido ocupar el lugar de Dios; pero dónde queda la familia, esa protección al niño por nacer o al recién nacido, ese apoyo a los ancianos", manifestó.
Mencionó que esa rebelión mundial de la juventud, que se acrecentó durante este año, está harta de que la llenen de expectativas y se han dado cuenta que todo se ha convertido en algo relativo donde no hay felicidad, no hay familia y no hay Dios.
"Esa rebeldía, que tal vez se inicia sin saber por qué ni contra quién, es una guerra tan peligrosa como las guerras materiales. Hoy encontramos una gran guerra espiritual de gente insatisfecha, violenta, de gente que esta harta de todo y que no sabe a quién echarle la culpa", señaló.
"La bomba es la que tenemos dentro, la bomba no es la falta de agua o de luz. La bomba, en gran cantidad de la juventud, es que hay una insatisfacción de no ver la verdad en sus padres, en sus profesores o en sus líderes. Ese rostro humano de la verdad que tendría que ser la familia, los amigos, los líderes, los trabajadores, ya no existe", prosiguió.
Por tal motivo, exhortó a los padres de familia a que este nuevo año presten mayor atención a la educación en valores de sus hijos, para evitar la insatisfacción de esa juventud que solo genera violencia.
"Papás, en este 2012, céntrense en la familia, eduquen a sus hijos en la verdad, aprendan a conversar; no es buena esa cultura efímera, liviana, ligera, frágil, que todo es un mensaje de texto, no es suficiente, por eso tarde o temprano surge la violencia", indicó.
El Arzobispo de Lima afirmó que "mientras la temperatura del alma no se acerque más a Cristo, no es capaz de perdonar ni de aceptar el perdón". Por eso, animó a tener la grandeza de poder quemar rencores y destruir odios que permitan esa mayor presencia de Cristo y mayor cercanía con la fe.
En otro momento, comentó que no se debe confundir lo que realmente representa un Estado laico en nuestro país y cuál es su verdadera dimensión.
"Yo no le puedo decir a una ministra Usted, sus pensamientos y principios los guarda para su casa. No. La dimensión espiritual y religiosa es lo que informa, irradia e ilumina la vida de todo ser humano. La laicidad positiva que defiende el Papa es el que haya un respeto por diferentes religiones", destacó.
Se refirió también a la polémica sobre la pastilla del día siguiente enfatizando su postura en defensa de la vida y exhortando a continuar en la lucha contra esos lobbies que pretenden colocar al aborto en la agenda del país.
"El Tribunal Constitucional ha dicho No tengo seguridad que la píldora no es abortiva, por lo tanto no puedo arriesgar matando seres humanos. Ha sentenciado con claridad y con una explicación bien hecha. No dejemos que ese lobby nervioso siga mordiendo. Saludo a los que luchamos por defender la vida, porque también defendemos a la mujer, a la familia, a las relaciones conyugales y a la grandeza de la maternidad", expresó.
Finalmente, envío un saludo a todos los hogares peruanos y a las autoridades y pidió que este nuevo año sea mejor para todos, especialmente para la familia.
"Quisiera agradecerles a todos ustedes, saludar a todas las familias, saludar a todos los que tienen una responsabilidad mayor, invocar sobre el señor presidente, ministros y autoridades una bendición de Dios. Que en este año 2012, con toda esperanza, la familia esté en el centro de todo programa de desarrollo", concluyó.
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