La higiene en los productos del bebé es fundamental para no exponerlo a gran cantidad de bacterias. Para algunas personas la esterilización es el único método de limpieza, mientras que otros aseguran que un simple lavado con agua caliente es suficiente.
Durante los primeros 6 meses de vida, el bebé todavía no tiene las defensas necesarias para combatir contra algunos gérmenes que para los adultos son inofensivos, por lo tanto es importante mantener una higiene adecuada en los implementos de alimentación del bebé.
La higiene es fundamental para no exponerlo bruscamente a una gran carga de bacterias que pueden producir en ellos enfermedades.
“El bebé fabrica defensas (anticuerpos) a medida que se enfrenta progresivamente a las bacterias del medio que lo rodea. Este proceso se produce por el contacto del bebé con el suelo, al tomar objetos sucios o compartir algo con otros niños, etc. Enfrentarlo muy bruscamente a la suciedad no es bueno, recomienda la médico pediatra Paola Arrús Ackermann.
¿Sabe cómo esterilizar correctamente los utensilios del bebé?
• No debe olvidar que, antes de nada, debe lavarse bien las manos con agua y jabón. Luego debe hacer lo mismo con los productos que vaya a esterilizar
• Puede elegir hervir todo en una olla grande con abundante agua durante 5 a 10 minutos
• Es necesario prestar atención para que no se queme nada. Para esto, los productos deben quedar flotando y no tocar los bordes de la olla
• Se pueden sacar con una pinza y dejar reposar sobre papel toalla o un paño bien limpio.
• Otra alternativa es utilizar un equipo especialmente diseñado para esterilizar los utensilios de comida del bebe: Esto puede aportar varios beneficios y resultar más sencillo, ya que se esterilizará los utensilios por medio de vapor, no hay riesgo que se quemen, se detiene automáticamente y los utensilios se pueden mantener estériles dentro del recipiente hasta el momento que vayan a ser utilizados.
“Si no se esterilizan los utensilios que se utilizan en la alimentación del bebé podrían aparecer infecciones gastrointestinales, faringitis, laringitis e incluso afecciones bucales. Estas situaciones pueden causar severos daños en la salud del niño”, puntualizó Arrús.
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