Los organizadores del festival reconocen que no todos los países musulmanes aplican las mismas reglas y son tan rigurosos con el código de vestimenta de sus mujeres.
El primer festival de moda musulmana de Rusia intenta romper los estereotipos de la mujer islámica como alguien esclavizado por el rigor de los dogmas coránicos e intocable para las nuevas tendencias.
El festival, que se celebró en el principal centro de exposiciones de Moscú, reunió a más de una decena de diseñadores de Rusia, el Cáucaso Norte, Asia Central, Irán y los países árabes.
Los vestidos, los trajes de noche y las largas túnicas mostrados por bellas modelos rusas que no tienen nada que envidiar a las que desfilan por París o Milán respetan estrictamente los principios acuñados por El Corán.
El pase de moda musulmana sorprendió a muchos de los presentes, no tanto por su atrevimiento, sino por su mezcla de clasicismo y modernidad, las tradiciones islámicas y las últimas tendencias.
En muchos casos los talles eran muy ajustados, mientras los tacones eran inusualmente altos, lo que contribuía a resaltar la elegancia de los modelos expuestos.
En especial, llamaron la atención los gorros, que en ocasiones hacían que las modelos parecieran más princesas medievales, y las pañoletas con estampados cada cual más original.
EFE
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