Brad Pitt y Angelina Jolie aparecieron en la alfombra roja para posar para la foto más esperada de todo el festival
Y "Brangelina" se hizo carne. La pareja más cotizada, fotografiada y rumoreada del cine actual, Angelina Jolie y Brad Pitt, apareció esta tarde impecable ante la alfombra roja del festival de Cannes para el pase de gala de "Inglourious Basterds", la nueva película de Quentin Tarantino.
Sea o no cierta su crisis de pareja, Jolie-Pitt han conseguido solucionar, aunque sea por el día de hoy, la crisis de glamour confirmada del festival de Cannes, al que han devuelto la expectación y la aglomeración de fans de sus mejores tiempos.
Con gafas de sol y esmoquin negro él, al contrario que los trajes blancos de Armani que luce en la película, y un vestido de gasa rosa palo ella, dieron sin duda la foto más esperada de todo el festival.
Jolie, con un peinado de vampiresa y los labios pintados de rojo cereza al estilo de Jessica Rabbit, lució escote pronunciado por delante, la sensualidad que provoca un hombro descubierto y la desnudez de parte de su espalda, dejando ver el inicio -y sugiriendo el final- de un enorme tatuaje.
Pitt había comparecido ya por la mañana con un aire a lo Gran Gatsby en la rueda de prensa, con traje color vainilla, foulard y un voluminoso anillo. Angelina había sido fotografiada por algunos medios en restaurantes de la ciudad.
Ambos firmaron autógrafos, mientras Tarantino animaba el circo bailando al estilo del mítico Vincent Vega (John Travolta) en "Pulp Fiction", la película que le dio
Aprovechando la expectación, pasearon hoy bajo la excusa de la épica cómica y bélica de Tarantino una espectacular Sharon Stone Ornella Mutti, Dita von Teese, Elsa Pataky -con un vestido negro de cola-, Claudia Cardinale, Anna Galianna, que optó por el amarillo limón, y el vampiro atractivo para el sector adolescente, Roger Pattinson, el protagonista de "Crepúsculo".
Y como siempre, Isabelle Huppert siguió explotando nuevos modelos de Chanel, y Robin Wright, esta vez de blanco, confió en la infalible elegancia de su sencillez.
EFE
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