Cuatro homicidios registrados en los últimos cinco meses en el departamento de Essonne, al sur de París, fueron perpetrados con la misma arma.
Los cuatro homicidios registrados en los últimos cinco meses y en los que se empleó la misma arma, hacen deducir a las autoridades francesas que están tras la pista de un nuevo asesino en serie.
Todos los crímenes se produjeron en el departamento de Essonne, al sur de París. En estos casos las estrías de los proyectiles hallados en los cuerpos de las víctimas son idénticas.
Los casquillos encontrados en las escenas del crimen llevan la misma huella del percutor, según el diario francés "Le Figaro", y las balas pertenecen a una pistola semiautomática de calibre 7.65 mm.
La primera víctima, una mujer de 35 años, murió de tres disparos, mientras que el resto falleció de uno solo en la cabeza. "El modo de operar no es exactamente el mismo", advirtió el fiscal de Évry al desestimar la hipótesis del asesino serial.
“Un presunto autor fue detenido”, informó -por su parte- el ministro del Interior, Claude Guéant, al dar cuenta del caso que se remonta a noviembre del año pasado.
Se llama Michel C., un antiguo compañero sentimental parado, pero con estatus de trabajador discapacitado, que ha sido descrito por la policía como “muy antipático y violento, pero socialmente integrado”.
El sujeto tenía pólvora en sus antebrazos tras el crimen, lo cual ha justificado que se mantenga su detención preventiva.
El diario francés precisa que el supuesto homicida reconoció el asesinato, pero luego se retractó.
La policía judicial de Versalles se explica el hecho de que sea la misma arma la empuñada en los cuatro crímenes, al atribuir el resto de crímenes a un posible cómplice que habría recuperado la pistola y actuado para lograr que el sospechoso salga libre.
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