El papa recordó que los primeros cristianos tenían "sólo" la fuerza del bautismo y que tras las primeras persecuciones se vieron obligados a dejar sus casas.
El papa Francisco dijo hoy que la Iglesia no puede hacer de "niñera" de los cristianos, que éstos tienen que descubrir la responsabilidad de lo que significa ser bautizados y tienen que anunciar el Evangelio con valentía, "incluso sin seguridad y entre persecuciones".
El pontífice hizo estas manifestaciones en la misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, en la que subrayó que ser cristiano "no es una carrera, como se puede estudiar derecho o medicina" y aseguró que la potencia del bautismo da a los cristianos la valentía de anunciar a Cristo en cualquier condición.
El papa Bergoglio recordó que los primeros cristianos tenían "sólo" la fuerza del bautismo y que tras las primeras persecuciones se vieron obligados a dejar sus casas.
"Se llevaron muy pocas cosas. No tenían seguridad, pero fueron de lugar en lugar anunciando la Palabra de Dios. Llevaban consigo la única riqueza que tenían: La fe. Eran simples fieles, apenas bautizados, pero tenían la valentía de ir a anunciar. Y les creían", señaló.
El Obispo de Roma se preguntó si los cristianos de hoy "tienen esa misma fuerza o esperan que el sacerdote o el obispo les digan lo que tienen que hacer" y dijo que es necesario "ser fieles al Espíritu Santo par anunciar a Jesús con nuestra vida con nuestro testimonio y con nuestras palabras".
"Cuando hacemos estos, la Iglesia se convierte en una madre que crea hijos, hijos que llevan el mensaje. Pero cuando no lo hacemos, la Iglesia se convierte no en madre, sino en niñera, que cuida al niño para adormentarle. Se vuelve una Iglesia adormecida. Tenemos que pensar en el bautismo y en nuestra responsabilidad de bautizados", afirmó.
Francisco insistió en que los bautizado tienen que anunciar a Cristo, llevar adelante a la Iglesia.
"Ser cristiano no es hacer una carrera. Ser cristiano es un don que nos impulsa a ir hacia adelante con la fuerza del Espíritu Santo", agregó el papa, que exhortó a los fieles a ser "bautizados valientes y seguros".
Desde que fue elegido papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio oficia todos días misa en la capilla de la residencia de Santa Marta, a la que asisten cardenales, obispos, miembros de la Curia Romana, funcionarios del Governatorato (ente que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano), invitados, etc.
A la misa de hoy asistieron empleados del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco del Vaticano.
EFE
Comparte esta noticia