Hallan sangre en patrullero que trasladó a laboratorista asfixiado

Tras la muerte del joven laboratorista Wilhem Calero al ser intervenido por un grupo de policías, un informe de biología forense halló rastros de sangre en la maletera del patrullero en que fue trasladado al hospital Octavio Mongrut, distrito de San Miguel.

Documentos presentados por el noticiero "90 segundos" descartan también rastros de sangre en los exteriores del Banco Continental de la avenida Elmer Faucett, donde Calero fue detenido el pasado 14 de julio.

"La opción es que al momento de ser arrestado, el señor estaba reducido a su mínima expresión, no tenía posibilidad de defenderse, y las imágenes confirman que tenía una serie de excoriaciones en todo el cuerpo", indicó el abogado de la familia, José Ocampo.

"Cobardemente los policías lo ponen en una camilla y lo abandonan, eso sin hacer ningún protocolo de un levantamiento de actas, ni mucho menos", agregó.

El letrado aseguró que el Calero Coronel no tenía ninguna orden judicial para ser arrestado y "no se encontraba en flagrante delito", por lo que la figura del secuestro y tortura se ha manifestado debido a las evidencias que presenta su cuerpo.

Otro documento del hospital Mongrout confirma que el laboratorista llegó cadáver a sus instalaciones. En el mismo se registran los nombres de los tres oficiales que llevaron el cuerpo de la víctima: Carlos Candia, Marcial Soria y Danilo Fuertes.

Erica Sandoval, esposa de Calero, expresó su indignación e interrogante al no saber qué es lo que pudo haber estado sufriendo su esposo en el lapso 20 de minutos que duró su traslado hasta el nosocomio, cuando este no debió tardar más de cinco minutos.

Anunció, además, que de no encontrar justicia acudirá a los tribunales internacionales.

"Seguiré hasta el final, si no logró justicia, una sanción efectiva para estos policías. Voy a llegar hasta lo más alto que es la Corte Internacional de Derechos Humanos", señaló.

Finalmente, Sandoval detalló haber recuperado la billetera y las tarjetas de crédito de su esposo, quien retiró 50 soles antes de morir ya que tenía pensado "mandar a reparar una motocicleta".