Una persona encendió los altoparlantes de la oficina del director en pleno tiroteo, lo que alertó al resto.
En medio del terror que desató Adam Lanza en la escuela primeria de Newtown, en Connecticut (Estados Unidos), donde 27 personas fallecieron, entre ellas 20 niños, hubo un héroe anónimo que encendió los altoparlantes de la oficina del director en pleno tiroteo, lo que alertó al resto.
"Uno podía escuchar el terror que estaba ocurriendo", dijo Theodore Varga, un maestro que se encontraba en reunión cuando iniciaron los disparos. "Quienquiera que haya sido salvó a mucha gente. Todos en la escuelas escuchaban el drama que se estaba produciendo", señaló.
Varga contó que otro héroe, un guardián, corría por todos los sitios avisando que alguien estaba armado.
"Les dijo, muchachos agáchense, ocúltense", relató. "Un verdadero héroe", dijo el profesor, que no sabía si el custodio sobrevivió a la matanza.
La terapeuta Diane Day, quien estaba reunida en una oficina con el director Dawn Hochsprung, junto con un psicólogo de la escuela, otros miembros del plantel y un padre de familia sobre el caso de un niño de segundo grado, también narró los momentos que le tocó vivir.
"No habían pasado cinco minutos cuando escuchamos ¡Pop! ¡Pop! ¡Pop!", indicó Day al diario The Wall Street Journal. "Yo me escondí debajo de la mesa", dijo.
Pero Hochsprung y el psicólogo se levantaron de sus asientos y salieron del salón para ver qué pasaba, recordó Day. Hochsprung murió y se estima que el psicólogo también.
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