Unas 30.000 personas pasaron en las últimas veinticuatro horas por el Congreso de los Diputados.
El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, fallecido el pasado domingo, recibió este martes honores militares en el centro de Madrid antes de ser trasladado a la vecina ciudad de Ávila para ser enterrado.
Unas 30.000 personas pasaron en las últimas veinticuatro horas por el Congreso de los Diputados, donde se instaló la capilla ardiente del que fue jefe del Ejecutivo entre 1976 y 1981 e impulsor de la transición a la democracia.
Un público numeroso se desplegó por las calles cercanas al Congreso para presenciar la salida del féretro, acompañado de una música fúnebre y llevado por un piquete militar de honor, con representación de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.
La bandera de España cubría el ataúd, llevado por un armón de artillería tirado por caballos y, tras la interpretación del himno nacional, la multitud estalló en un aplauso espontáneo.
Empezó entonces un desfile militar, ante la presencia de la familia de Suárez y los principales personalidades del Estado.
Un soldado del ejército del Aire portaba el Toisón de Oro que concedió el rey Juan Carlos a Suárez y un marinero llevaba el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, otorgada este lunes por el Gobierno al expresidente.
Después, el féretro fue trasladado a un coche para ser llevado en comitiva a Ávila, en cuya catedral será enterrado hoy el expresidente del Gobierno.
EFE
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