El director australiano de la tercera entrega de Insidious contó algunos detalles de su rol, detrás de esta película en forma solitaria sin la participación de su socio James Wan.
El australiano Leigh Whannell, hasta ahora responsable de los guiones de "Insidious" (2011) e "Insidious: Chapter 2" (2013), toma las riendas de la exitosa franquicia de terror como director de la tercera parte, la "más oscura" de la saga, según dijo a Efe.
"Como creador de este mundo, siento que hay algo realmente opresivo en esta película que la convierte en la más oscura", indicó el cineasta, de 38 años, que, en esta ocasión, decide viajar al pasado y centrar la historia en los primeros contactos de la médium Elise Rainier (Lin Shaye) con espíritus demoniacos.
"El demonio de esta nueva historia", que deja su rastro a través de huellas sangrientas y luce una decrépita mascarilla respiratoria, "representa todo el sufrimiento en el mundo", explicó Whannell.
"Es un personaje enfermizo; no quiere poseer los cuerpos, sino arrastrarlos y guardarlos como mascotas o esclavos", añadió.
"Si hay críticas malas, sé que me afectarán. Como director te expones mucho, es más duro y personal. Me tomo los ataques como algo personal y siento que me abren las tripas, pero aprenderé a sobrellevarlo", declaró.
No obstante, James Wan tiene una pequeña intervención en el filme como actor, dando vida al director de un casting. "Pensé que sería divertido para los fans. Es mi venganza por la cantidad de veces que él me ha dirigido", sostuvo Whannell entre risas. EFE
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