El origen de "Intensa-Mente" se encuentra en la experiencia del propio director.
Las películas de Disney tienen un personaje en común: la tristeza. Y es que justifica gran parte de la trama y le da el poder para conmover a todos los públicos.
En Intensa-Mente, la última película de Pixar, los estudios de animación de Disney presentan a Riley, una niña de 11 años, quien también vive una experiencia de pérdida a la que se debe sobreponer.
La novedad de este largometraje consiste en que los responsables del filme dejan a la vista todos los mecanismos emocionales que son parte de cualquier historia y han tratado de que ese escáner cinematográfico tenga base científica.
En la cabeza de Riley hay cinco emociones (personajes): Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco. Ellos forman un consejo de administración que va tomando decisiones con las que la niña se enfrenta a su vida. Y para ser fiel en la medida de lo posible a lo que la ciencia ha averiguado sobre las emociones, el director, Pete Docter, obtuvo la colaboración de dos científicos de la Universidad de California que trabajan cerca de la sede de Pixar en Emeryville, en California.
Dacher Keltner y Paul Ekman mencionan que hay algunos aspectos en los que el guión se impuso a lo que conoce la ciencia. Hay muchas más de cinco emociones, pero habría sido imposible contar una historia con tantos personajes.
Entre las cosas que sí se ajustan a la realidad, está el valor de las emociones como elementos que organizan el pensamiento racional. Investigadores como Antonio Damasio, de la Universidad del Sur de California, han estudiado a personas con daños cerebrales que les impiden sentir emociones.
Uno de los puntos en común de estos individuos era que, pese a ser capaces de analizar una situación y explicar lo que debían hacer para afrontarla, eran incapaces de tomar decisiones. En "Intensa-Mente", el papel de las emociones aparecen bien representadas, aunque se extraña la presencia de algún representante del razonamiento lógico, indica el sitio Materia.
LA TRISTEZA
En la cinta sí se muestra el modo en que las emociones modifican las memorias, y también a un personaje fundamental de la película: Tristeza. Cuando esta emoción protagonizada por una niña azul, a la que la carismática alegría tiene que arrastrar de un lado a otro, toca los recuerdos, estos se vuelven azules y más tristes.
Además de convertir recuerdos alegres en tristes, la tristeza como emoción desempeña otras funciones útiles para el ser humano y así se refleja en la película. El psicólogo australiano Joseph Forgas considera que, pese a que históricamente se ha considerado una emoción que se debe evitar, la presencia de la tristeza en los humanos indica que debe ofrecer alguna ventaja evolutiva; igual que el miedo nos ayuda a huir del peligro, la ira nos incita a luchar y el disgusto nos hace rechazar cosas que nos podrían hacer daño.
El origen de "Intensa-Mente" se encuentra en la experiencia del propio director. Docter también tenía una hija de la edad de Riley que al acercarse a la adolescencia comenzó a tener un estado de ánimo más triste.
El aprendizaje de aquellos años y el que han aportado los científicos se refleja en la particular cinta que nos propone asumir todas las emociones, así como la tristeza, que es necesaria para afrontar las pérdidas, colocarlas en el lugar adecuado de nuestra experiencia y seguir creciendo hasta ser unos adultos más o menos felices.
Andina
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