Por tal motivo transmitieron sus mejores energías al profesor del taller de Tai Chi que hace unos meses se implementó en el pabellón N° 21.
Un grupo de internos realizó un ritual en el cual transmitieron sus mejores energías al profesor Carlos Álvarez Baca, cultor de este arte oriental, como un gesto de agradecimiento por las horas compartidas en el taller de Tai Chi que hace unos meses se implementó en el pabellón N° 21 del penal San Pedro, ex Lurigancho.
“El profesor nos ha transmitido su arte y ello nos ayuda a dejar los vicios y pensamientos negativos propios del encierro”, manifestó uno de sus pupilos que se mostró contento pues tiempo atrás no podía conciliar el sueño y mucho menos desarrollar una actividad física.
La trabajadora social Jesús Díaz y el psicólogo Luís Meza Ayllón, asignados a dicho pabellón, indicaron que el INPE ha puesto mucho interés en esta población que ha demostrado mucha disposición al tratamiento rehabilitador que se les proporciona.
De igual modo agradecieron al Instituto Peruano del Deporte que a través de la Dirección Nacional de Recreación y Promoción del Deporte incentivan la práctica del Tai Chi mediante la contratación del profesor y la donación de diversos implementos deportivos.
Este impulso ha propiciado que más internos abarquen la práctica de otras disciplinas. Tal es el caso de Marcos Quesnay (38), interno y cinturón negro en Karate quien ahora desarrolla un taller de artes marciales mixtas (Judo, lucha libre, box, Kid Boxing y Box Tailandés) con sus compañeros de reclusión. El autocontrol y el ejercicio físico son los objetivos del taller.
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