Enfrentamiento entre republicanos y unionistas tras manifestarse los segundos en contra de la retirada de la bandera británica del ayuntamiento de la ciudad, dejó el lamentable saldo.
Veintinueve policías resultaron heridos ayer en Belfast durante un enfrentamiento entre republicanos católicos y unionistas protestantes tras manifestarse los segundos en contra de la retirada de la bandera británica del ayuntamiento de la ciudad, según las últimas cifras confirmadas hoy por la Policía.
De acuerdo con la Policía norirlandesa (PSNI), los agentes, algunos de los cuales fueron atendidos en un hospital, fueron agredidos con ladrillos, petardos y botellas, en la cuadragésima jornada de protesta por la decisión del consistorio de ondear la "Union Jack" solo en días señalados.
Según la fuente, los unionistas probritánicos se desviaron de la ruta recomendada cuando volvían de su manifestación ante el ayuntamiento, y chocaron con sus rivales republicanos al pasar por una zona católica del este de Belfast, donde hubo lanzamiento de piedras, petardos y otros artefactos.
La Policía respondió con balas de goma y cañones de agua a los disturbios, que se sumaron a los ocurridos también el viernes en varios puntos de Irlanda del Norte, cuando fueron heridos otros cuatro policías.
En la tarde del sábado, los unionistas se habían manifestado en el centro de Belfast contra la reciente decisión del consistorio de ondear la bandera británica solamente en días específicos, en lugar de a diario.
Esta decisión, tomada por mayoría de 29 a 21 concejales el pasado 3 de diciembre, ha provocado en las últimas semanas numerosas protestas de norirlandeses probritánicos, que quieren ver reinstaurada la "Union Jack" de forma permanente.
Los concejales de Belfast, de mayoría republicana, aprobaron una moción del partido multiconfesional Alianza, que agrupa a católicos y protestantes, que proponía que la bandera británica ondeara solo en ciertos días del año.
Hasta entonces la "Union Jack" se izaba a diario en la fachada del ayuntamiento capitalino, y los concejales nacionalistas habían pedido su retirada definitiva para crear "un ambiente de neutralidad en una ciudad dividida".
La oleada de protestas protagonizadas desde diciembre por unionistas protestantes, leales a la corona del Reino Unido, ha conllevado un centenar de detenciones y otros tantos heridos, si bien la mayoría se ha desarrollado de forma pacífica.
A la vista de las continuas protestas y esporádicos disturbios, representantes de los Gobiernos de Belfast, Londres y Dublín tienen previsto reunirse la semana próxima para analizar la situación.
EFE
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