El Primer Ministro Hun Sen quemó incienso en un pequeño altar erigido en el acceso del puente de Koh Pich, donde se concentró con el grueso de su gobierno y familiares de las víctimas que también hicieron ofrendas.
Camboya inició hoy, con una ceremonia presidida por el Primer Ministro Hun Sen, la jornada de luto por la muerte de 347 personas en la estampida del lunes en un puente de Phnom Penh durante la clausura del Festival del Agua.
Las autoridades revisaron el número de muertos a la baja durante una reunión nocturna tras haber emitido ayer un informe preliminar que situaba la cifra en 456. Según la Oficina del Consejo de Ministros, el balance oficial es de 347 muertos y 395 heridos.
Hun Sen, vestido de negro y visiblemente emocionado, quemó incienso en un pequeño altar erigido en el acceso del puente de Koh Pich (Isla Diamante) donde se concentró con el grueso de su gobierno y familiares de las víctimas que también hicieron ofrendas.
A su lado su esposa, Bun Rany, lloró ostensiblemente mientras una banda del Ejército interpretaba música fúnebre. La alfombra de zapatos que cubrió el puente tras la tragedia ya ha sido limpiada y ahora son las flores y el incienso quienes recuerdan a las víctimas.
Hun Sen, que calificó el suceso como la peor tragedia que ha vivido el país desde la caída del Jemer Rojo en 1979, anunció la construcción de un monumento funerario "para conmemorar las ánimas de la gente que perdió sus vidas en el accidente y recordar esta tragedia para la nación camboyana".
Las autoridades estimaron que más de dos millones de personas acudieron para celebrar la última jornada del festival, que dura tres días y durante los cuales los asistentes se congregan a orillas del río Tonle Sap para rendir homenaje al agua y despedir los monzones.
-EFE-
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