Los objetos se exhibirán en el el Rockefeller Center, por un plazo de diez días, antes de ser subastados por la casa Christie´s.
Los seguidores de la fallecida actriz Elizabeth Taylor podrán disfrutar de las obras de arte, extraordinarias joyas y buena parte del vestuario que poseía, pues estos objetos se expondrán en diciembre próximo durante diez días en Nueva York, antes de ser vendidos por la casa de subastas Christie"s.
"Es un tributo a esta extraordinaria mujer y a sus legiones de seguidores en todo el mundo", indicó hoy la firma, que agregó que desde septiembre de 2011 esa colección se expondrá en sus sedes de forma itinerante en Moscú, Londres, Los Ángeles, Dubai, Ginebra, París y Hong Kong, para terminar en Nueva York.
Todos esos objetos artísticos y personales se exhibirán en la sede de la firma de subastas, en el Rockefeller Center, donde se esperan miles de visitantes cada día, según la empresa.
"Esta colección itinerante será una ventana abierta al mundo de un verdadero icono, una excepcional mujer que fue una estrella internacional de la moda y del cine, una madre amorosa, una empresaria exitosa y una generosa humanitaria", dijo el presidente de Christie"s en EE.UU., Marc Porter, en un comunicado de prensa.
Agregó que a través de las posesiones más queridas de la protagonista de películas como "National Velvet" o "Cleopatra" quienes asistan a la exposición se acercarán "al espíritu único que era Elizabeth Taylor, además de inspirar admiración, deleite y asombro".
También indicó que una parte de la recaudación por la entrada a la exposición, así como de los eventos y publicaciones relacionados a ella, se destinará a "The Elizabeth Taylor AIDS Foundation" (ETAF), para la lucha contra el sida y que la actriz fundó en 1991.
En esa exposición y posterior venta se incluirán joyas de la actriz, desde algunos diamantes blancos hasta las más elaboradas, como "un reflejo de su amor por la joyería", así como algunas de las piezas de alta costura que lució en los eventos de Hollywood, en las montañas suizas de Gstaad donde iba a esquiar o en el mexicano Puerto Vallarta.
EFE
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