La top model desfiló sobre la importante pasarela, ataviada con una peluca de pelo corto negro y con un vestido que apenas cubría su piel.
Con un look renovado, la modelo Kate Moss se robó la atención de las cámaras en la última jornada de la Semana de la Moda de París, donde apareció luciendo un revelador vestido de Marc Jacobs para Louis Vuitton.
La teatral puesta en escena del modisto estadounidense recreó en esta ocasión el pasillo de un hotel, con 50 puertas de las que salieron las modelos convertidas en clientas del establecimiento y descubiertas en la intimidad.
Jacobs jugó con un decorado que resulta familiar gracias al cine clásico de Hollywood, con un imaginario de intrigas y pasiones que convirtió los camisones en vestidos, los pijamas en trajes de chaqueta y pantalón y las batas en abrigos.
Pequeñas flores despuntaron en un desértico estampado de ropa de cama, el tartán de las mantas se construyó en largos chaquetones con destellos brillantes en sus bajos, los encajes delimitaron la caída de las faldas.
Si el principio sorprendió por lo espectacular de la escena, el final no desmereció: Kate Moss desfiló sobre la pasarela, ataviada con una peluca de pelo corto negro, antes de que Marc Jacobs saliera a saludar.
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