Estudios confirman que la pobreza es la justificación primaria que mencionan los padres que han enviado a sus hijos menores de edad a trabajar.
El dinero que producen los padres o madres no es suficiente para cubrir las necesidades de la familia y esta es la razón principal por la que el trabajo infantil existe.
“No solo la pobreza determina el trabajo infantil, pero existen factores familiares que lo determinan, como la forma de pensar y la crianza que los padres han recibido, quizás ellos también fueron niños trabajadores y lo ven como un tema necesario y normal”, dijo Giselle Silva, Asesora del Programa Proniño de la Fundación Telefónica en el programa La Rotativa del Aire Tercera Edición.
¿Cuándo el trabajo infantil se convierte en un problema?
La especialista indicó que muchas labores pueden formar y educar al niño, pero existen trabajos que vulneran los derechos los de los niños.
“La mayoría de niños peruanos que trabajan viven en extrema pobreza y más del 95% de ellos viven en zonas rurales. Estos niños no pueden recrearse, no se socializan, no descansan y no se educan, sus derechos no se hacen respetar”, dijo Silva.
¿Los padres pueden cambiar su pensamiento e impedir que sus hijos trabajen?
Si. La Asesora de Proniño, mencionó que los padres pueden reflexionar sobre su propia situación como niños trabajadores y tomar conciencia sobre los daños que trabajar de niño o adolescente puede causar.
“Es necesario ayudar a los padres a pensar de forma reflexiva, ellos sin duda van a recordar diferentes formas de sufrimientos, su exposición al clima y si llegan a ese estado de sensibilización se van a dar cuenta que enviar a sus hijos a trabajar no va a solucionar sus problemas económicos”, puntualizó.
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