La dictadura militar brasileña causó 421 muertos y desaparecidos

La Comisión Nacional de la Verdad (CNV) que investiga las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Brasil reveló que el gobierno militar causó 421 asesinatos y desapariciones de carácter político.

Se trata de la primera cifra oficial sobre el balance de asesinatos políticos cometidos durante la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985.

La lista previa divulgada por la CNV también informó del hallazgo de 32 cuerpos durante el proceso de investigación, lo que reduce a 208 el número de personas muertas a manos de la dictadura en paradero desconocido.

No obstante, la CNV advirtió que la cifra de muertos y desaparecidos podría aumentar en el futuro ya que durante la investigación iniciada en mayo de 2012 no hubo una colaboración activa por parte de las Fuerzas Armadas de Brasil.

En los dos años de investigaciones, la CNV identificó la existencia de centros ilegales de torturas usados por el régimen y recopiló pruebas del apoyo de los civiles a los militares.

La comisión apuntó, según informa el diario español El País, que cerca de 80 empresas espiaron a trabajadores y sindicalistas a fin de colaborar con la dictadura, entre estas compañías están las multinacionales Volkswagen, Chrysler, Ford, General Motors, Toyota, Rolls-Royce, Mercedes Benz, además de las brasileñas Petrobras y Embraer.

La identificación de los muertos y desaparecidos no implica que haya penas para los involucrados. La Ley de Amnistía, promulgada en 1979, perdonó los crímenes cometidos durante la dictadura. Asimismo, liberó a más de 25.000 presos políticos y garantizó que los militares y sus seguidores no fueran juzgados.

El citado medio europeo precisa que el informe final de CNV servirá como un documento oficial que afirma que el Estado brasileño cometió violaciones de derechos humanos y crímenes contra sus ciudadanos.

El informe definitivo de la comisión incluirá el nombre de los responsables de estos crímenes y será entregado a la presidenta Dilma Rousseff el próximo 10 de diciembre, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.