"Las sequías fueron tan intensas que podrían haber durado entre 60 y 130 años..." afirmó a Efe la arqueóloga Ruth Shady, directora del proyecto Caral.
Caral, la civilización más antigua de América ubicada al norte de Lima y en la que las mujeres cumplían un rol de primer nivel, sufrió una severa crisis por efecto de los cambios climáticos que se presentaron hace unos 4.000 años.
"Las sequías fueron tan intensas que podrían haber durado entre 60 y 130 años, uno puede explicarse recién ahora porqué hubo crisis sociales en (civilizaciones como) Caral, Moche y Tiahuanaco, es algo cíclico que se ha presentado en el planeta", afirmó a Efe la arqueóloga Ruth Shady, directora del proyecto Caral.
Shady señaló que el equipo que dirige trabaja desde hace 8 años en Vichama, un centro urbano ubicado en las cercanías del distrito de Vegueta, en la provincia norteña de Huaura, que encontraron en proceso de saqueo y que actualmente ya ha sido recuperado.
"Vichama corresponde al último período de formación de la civilización Caral, que se inició alrededor de 3.000 años antes de Cristo, pero hacia los 1.900 de esa era hubo una fuerte crisis que estamos investigando, ocasionada por cambios climáticos", explicó.
En el sitio de Caral, añadió la investigadora, esto ocasionó "una fuerte crisis" y fue abandonado, pero en ese momento, hacia los 1.850 años antes de Cristo se desarrolla el sitio de Vichama, "que está más cerca al mar y era un centro urbano agropesquero".
Shady dijo que se trata de "un sitio muy interesante" de 20 hectáreas y con diez edificios, uno de los cuales presenta en su fachada relieves en forma de cruz andina.
"Tienen o muestran elementos culturales de la civilización Caral y otros nuevos que son propios de la cultura de este valle (...) como las columnas con cornisas, que no se encuentran en Caral, como tampoco los relieves", agregó.
En Vichama existe un edificio "que también muestra la tradición arquitectónica de Caral" y el efecto del cambio climático, que al parecer generó hambruna, y que se muestra "en unas espectaculares representaciones en relieve de seres humanos".
"Son 18 figuras antropomorfas en una secuencia, entre dos pescados, con personajes que están unos de cabeza, de frente y de perfil, como bailando en una danza ritual, y que muestran el cuerpo famélico, con el estómago casi hundido", detalló.
En la parte inferior aparece "otra secuencia de 16 seres adultos cadavéricos, como que ya han fallecido, entre dos cadáveres de perfil y se les ve con los ojos cerrados: es como una representación simbólica de lo que está ocurriendo en la sociedad", acotó.
En el mismo edificio, aunque en un período de ocupación siguiente, también se han encontrado recientemente figuras en arcilla no cocida de seres antropomorfos, entre los que destaca la de una mujer que también ha sido encontrada en la ciudad de Caral.
"Tiene características que se relacionan con una sacerdotisa, que está junto a otros dos, un hombre y una mujer sentados, que tienen signos de ser autoridades políticas, mientras que la sacerdotisa está de pie, tienen las orejeras que usan los personajes de posición importante hasta la época Inca", dijo la arqueóloga.
Shady señaló que esto muestra "señales de que la mujer, desde alrededor de 1.900 años antes de Cristo hasta la época Inca, tuvo un rol muy destacado en la sociedad, ya sea en el aspecto de la organización religiosa o como autoridad política."
La arqueóloga remarcó que los trabajos que se hacen en Caral y en Vichama deben servir en la actualidad para prestarle atención al impacto de los cambios climáticos cíclicos que se presentan en el país y para reconocer el rol "muy destacado" que cumplió la mujer en el Perú antiguo.
EFE.
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