La Semana de Moda de Milán para la próxima temporada primavera-verano 2011 estuvo marcada por una mujer super sexy de carácter mediterráneo y otra de estilo relajado.
La quinta jornada de la Semana de Moda de Milán para la próxima temporada primavera-verano 2011 estuvo marcada por una mujer super sexy de carácter mediterráneo de Dolce&Gabbana y otra de estilo relajado y acento gitano, que no pierde el tono aristocrático propio de la casa de Salvatore Ferragamo.
"Mujeres en blanco con reminiscencias de los años 50" podría titularse al cuadro de modelos de Dolce&Gabbana que desfilaron hoy con faldas tubo de cintura alta marcando formas, conjuntada con una pequeña blusa que deja a la vista la parte alta del vientre.
Zapatos y bolso blancos, y enormes pendientes de aro completan el diseño que presenta a una mujer de clima cálido y con fuerte carácter mediterráneo.
También apuesta por corsés a juego con pantalones cortos de tipo bombacho de bebé o vestidos, todos ellos en blanco, vaporosos, etéreos y casi transparentes que recuerdan a los ibicencos.
Domenico Dolce y Stefano Gabbana, que se han inspirado en la mujer siciliana y parecen haber trabajado con las telas del ajuar de una novia, han sido aplaudidos por Kylie Minogue y la modelo Naomi Campbell situadas en primera fila.
El estilista de la casa florentina (Ferragamo) que desfiló hoy en la catedral de la Moda, Massimiliano Gironeti, ha propuesto una mujer de estética alegre y con la firme convicción de que la fémina ha de ser normal, pero elegante, va recargada de bisutería, con pañuelos y usa vestidos que alternan el largo y el corto.
Una mujer la que presenta Ferragamo dispuesta a ir a la piscina, a un crucero o a una viaje de lujo ataviada con vestidos de chiffon bajo los que asoma una traje de baño de seda, con frescas saharianas o con trajes pantalón de colores cálidos que van desde el beige al crema o del amarillo al caramelo.
La bandolera envejecida regresa con fuerza y la bisutería con cadenas con numerosos colgantes completan el conjunto de complementos de la mujer viajera que calza sandalias planas de coco.
La firma Byblos devuelve a la mujer a la naturaleza y las maniquíes expresan sobre la pasarela la complejidad de la flora y la fauna.
Desfilan con jerséis con flecos que diseñan la silueta, ligerísimos vestidos de chiffon drapeados, leggings combinados con tops, chaquetas con espaldas pronunciadas y con complementos en los que las cadenas se convierten en protagonistas.
Todo para hablar de una criatura salvaje y sofisticada, un mujer de estilo decidido y coherente.
Flora, fauna, insectos prehistóricos, grafismos del mundo animal y vegetal se imprimen en los jerséis y en el chiffon con efectos tridimensionales.
Los colores son los del sol y de la tierra: del chocolate a la miel hasta la clorofila.
En cuanto a la firma Marni, presenta a una mujer atlética con hábitos de crochet sobre vestidos floreados y casquetes que cubren la cabeza, pantalones cortos y minifaldas con casaca con una mezcla de estampados floridos y geométricos de inspiración deportiva.
- EFE-
"Mujeres en blanco con reminiscencias de los años 50" podría titularse al cuadro de modelos de Dolce&Gabbana que desfilaron hoy con faldas tubo de cintura alta marcando formas, conjuntada con una pequeña blusa que deja a la vista la parte alta del vientre.
Zapatos y bolso blancos, y enormes pendientes de aro completan el diseño que presenta a una mujer de clima cálido y con fuerte carácter mediterráneo.
También apuesta por corsés a juego con pantalones cortos de tipo bombacho de bebé o vestidos, todos ellos en blanco, vaporosos, etéreos y casi transparentes que recuerdan a los ibicencos.
Domenico Dolce y Stefano Gabbana, que se han inspirado en la mujer siciliana y parecen haber trabajado con las telas del ajuar de una novia, han sido aplaudidos por Kylie Minogue y la modelo Naomi Campbell situadas en primera fila.
El estilista de la casa florentina (Ferragamo) que desfiló hoy en la catedral de la Moda, Massimiliano Gironeti, ha propuesto una mujer de estética alegre y con la firme convicción de que la fémina ha de ser normal, pero elegante, va recargada de bisutería, con pañuelos y usa vestidos que alternan el largo y el corto.
Una mujer la que presenta Ferragamo dispuesta a ir a la piscina, a un crucero o a una viaje de lujo ataviada con vestidos de chiffon bajo los que asoma una traje de baño de seda, con frescas saharianas o con trajes pantalón de colores cálidos que van desde el beige al crema o del amarillo al caramelo.
La bandolera envejecida regresa con fuerza y la bisutería con cadenas con numerosos colgantes completan el conjunto de complementos de la mujer viajera que calza sandalias planas de coco.
La firma Byblos devuelve a la mujer a la naturaleza y las maniquíes expresan sobre la pasarela la complejidad de la flora y la fauna.
Desfilan con jerséis con flecos que diseñan la silueta, ligerísimos vestidos de chiffon drapeados, leggings combinados con tops, chaquetas con espaldas pronunciadas y con complementos en los que las cadenas se convierten en protagonistas.
Todo para hablar de una criatura salvaje y sofisticada, un mujer de estilo decidido y coherente.
Flora, fauna, insectos prehistóricos, grafismos del mundo animal y vegetal se imprimen en los jerséis y en el chiffon con efectos tridimensionales.
Los colores son los del sol y de la tierra: del chocolate a la miel hasta la clorofila.
En cuanto a la firma Marni, presenta a una mujer atlética con hábitos de crochet sobre vestidos floreados y casquetes que cubren la cabeza, pantalones cortos y minifaldas con casaca con una mezcla de estampados floridos y geométricos de inspiración deportiva.
- EFE-
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