La nota no debe ser lo más importante para el estudiante

Cuando la mayoría de personas les dice a sus hijos o hijas que empiezan la escuela, “Que te vaya bien”, se están refiriendo solo a lo académico. En ese contexto hay una mirada sesgada del ser humano, pues se están fijando solo en los resultados… y esas buenas notas que traigan, será el orgullo de los padres y madres.

El asunto se puede complejizar más tarde, cuando el niño crece, y siendo ya un adolescente esas notas ya no van a ser las mismas. Tiende a disminuir en su rendimiento escolar e inclusive negarse a estudiar. ¿Cómo afrontan los padres esta situación?

Para las especialistas Carmen Gonzáles y Ximena Castro, el que el chico o la chica baje en sus notas, está demostrando que es un ser humano y que algo le pasa. Si está primero en todo, probablemente funcione como un robot en su área emocional, exigiéndose que debe ser el mejor.

Es peligroso decir “mi hijo está primero en todo”, ¿qué pasa si es segundo o tercero? Puede ser el primero, pero habría que preguntarse cómo está en las otras áreas, ¿socializa, tiene amigos, va a reuniones, va a fiestas?, o su socialización es solo a través de una computadora. Son indicadores que uno tiene que estar alerta; señaló Ximena Castro.

No hay que preocuparse solamente de la nota, sino tomar estos resultados como un síntoma que algo le está pasando y que es normal que le ocurra. No se trata de que sean perfectos, sino que puedan también equivocarse y aprender de ello, agregó Carmen Gonzáles.

Desde otro ángulo, un chico que viene de fracaso en fracaso cada año, con dificultades en lo académico desde pequeño, quizás presente problemas de concentración, de atención o algunas dificultades neurológicas. Todo eso tiene solución mientras se examinen esos detalles. La evaluación psicológica y ayuda profesional especializada serán muy importantes.

Mientras los padres tengan paciencia y les pasen a los hijos la idea de que las cosas tienen solución, transmitiéndoles esperanza y optimismo, va a ser mucho mejor. Cuando los padres arrastran cierta desesperanza por su historia personal, y exigen la perfección en sus hijos, solo producirán un daño en sus hijos que se verá más adelante.

Hay profesores que también trauman a los chicos limitándoles su forma de ser, por guardar una disciplina. Es importante que los educadores conozcan el alma del niño, pues son su principal influencia; que estén atentos al tipo de comportamiento que trae el alumno del hogar para así ayudarle a cargar su mochila emocional.

Si el profesor entendiera esa carga con la cual viene el chico, quizás podría hablarle de otra manera y no tomarlo tan personal, igual comunicarlo a los padres. Entender la mala conducta del alumno desde otro ángulo.

Finalmente, los padres deben tomar con paciencia el comportamiento de sus hijos. Un chico que está perturbado emocionalmente, no va a poder rendir en la vida, manifestaron.

Escucha aquí el programa completo del lunes 2 de marzo.

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De frente y sin máscaras, de lunes a viernes a partir de las 21:00 horas, con la conducción de la Dra. Carmen Gonzáles por RPP Noticias. Visita nuestra página en Facebook.
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Producción y contenidos: Amelia Villanueva Ramirez