Los motiva el sueño postergado de adolescencia y la primera etapa de la juventud de ir por el mundo. Se consolidan en sus trabajos, ahorran y se van por el mundo por meses.
Un nuevo estilo de vida están adoptando los jóvenes que todavía no tienen una carga familiar. Un alto porcentaje de jóvenes de entre los 25 y 35 años están renunciando a sus trabajos, agarran sus maletas y se van por el mundo con algún dinero ahorrado al año.
Los motiva el sueño postergado de adolescencia y la primera etapa de la juventud de ir por el mundo. Se consolidan en sus trabajos, ahorran y se van por el mundo por meses y hasta por años.
Muchas jóvenes hacen como dice la canción: "Soy soltera y hago lo quiero". No tienen hijos, trabajan, ahorran y se van al interior del país o toman un destino fuera del país.
Tiempo después vuelven otra vez a su lugar de origen, trabajan y nuevamente salen cuando ahorran otra buena cantidad de dinero.
"Hay un cambio de actitud frente al trabajo”, sostiene el sociólogo Juan Pablo Toro de la Universidad Diego Portales de Chile.
La mayoría de los que adoptan esta nueva postura de vida “tienen una postura más distante del trabajo, llevan su propia camiseta”, afirma Pablo Toro.
Birgit Nevermann, gerente general de Laborum Selección, menciona que lo curioso es que estos jóvenes son, justamente, los más valorados por las empresas, ya que buscan personas que puedan adaptarse, viajar y trabajar en culturas diferentes.
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