Muy agradecida con los chilenos que votaron por ella eligiéndola por segunda vez como presidenta del país sureño, se llevaba las manos al corazón y mandaba besos al aire en una señal de gratitud.
Michelle Bachelet lucía la banda presidencial y una enorme sonrisa mientras recorría la Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins en un automóvil descapotable. Llegó luego a la Plaza de la Constitución, la cual cruzó en toda su extensión por una alfombra roja.
Muy agradecida con los chilenos que votaron por ella eligiéndola por segunda vez como presidenta del país sureño, se llevaba las manos al corazón y mandaba besos al aire en una señal de gratitud.
En medio de la plaza, el gabinete se ministros en pleno esperaba a la jefa de Estado para dirigirse a Palacio de La Moneda donde se dirigirá su primer discurso para el pueblo chileno.
La guardia de la militarizada policía de Carabineros que custodia el Palacio de La Moneda rindió honores a Bachelet, antes de que la jefa de Estado subiera al segundo piso de la sede de gobierno en compañía de sus edecanes militares y policial.
La mandataria chilena pronunció un discurso desde uno de los balcones del segundo piso de La Moneda acompañada por sus ministros, colaboradores cercanos y ex mandatarios, entre ellos Eduardo Frei y Ricardo Lagos.
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