Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Entrevistas ADN
Estados Unidos mantendrá TLC pese a ola proteccionista, dice Brian Nichols
EP 1749 • 12:17
El Club de la Green Card
¿Quiénes pueden recibir la pensión de un familiar fallecido en EE.UU.?
EP 124 • 01:30
RPP Data
¿Qué hacer para que Lima Metropolitana no siga creciendo de forma desordenada?
EP 237 • 02:58

Londres: Nuevo libro asegura que Jack el Destripador era un joven polaco

MacMillan
MacMillan

El libro "Identificando a Jack el Destripador" afirma que el enigmático asesino fue "definitiva, categórica y absolutamente" el inmigrante polaco de 23 años, Aaron Kosminski.

Todas las noticias en tu celular
¡Únete aquí a nuestro canal de WhatsApp!

Un nuevo libro sobre Jack El Destripador asegura que el asesino en serie que sumió en el terror al Londres de finales del XIX, era un inmigrante polaco de 23 años llamado Aaron Kosminski, que en la época fue considerado sospechoso.

El británico Russell Edwards desvela en "Naming Jack the Ripper" ("Identificando a Jack el Destripador") la supuesta identidad del delincuente, que en 1888 mató al menos a cinco mujeres, a las que degolló, destripó y abandonó en callejones del barrio de Whitechapel, en el este de la ciudad.

Edwards, que confiesa ser "un detective de butaca", mantiene que el enigmático asesino fue "definitiva, categórica y absolutamente" el polaco Aaron Kosminski, que acabó muriendo en 1919 de gangrena en la pierna en el psiquiátrico donde ingresó en 1891.

Kosminski, afectado de graves problemas mentales, emigró a Inglaterra desde la Polonia controlada por Rusia con sus padres en 1881 y la familia se estableció en Mile End, cerca de Whitechapel, donde trabajó de peluquero.

En la época, la Policía Metropolitana de Londres (MET), también conocida como Scotland Yard, consideró al joven uno de seis sospechosos, si bien no obtuvo pruebas concluyentes.

El autor del libro, que publica el próximo martes la editorial Sidgwick&Jackson, ha establecido la autoría de Kosminski tras hacer analizar un chal que presuntamente perteneció a una de las víctimas y que él compró en una subasta.

Supuestamente, el sargento Amos Simpson de la Policía londinense recogió la prenda cerca del cuerpo de la segunda víctima, Catherine Eddowes.

Simpson se lo quiso dar a su esposa, pero esta, al verlo con sangre, se negó a llevarlo, y el chal fue pasando a través de las generaciones hasta ofrecerse en una subasta que tuvo lugar en 2007 en Bury St. Edmunds, en el condado inglés de Suffolk.

Tras adquirir la prenda, Edwards encargó al profesor de biología molecular Jari Louhelainen, de la universidad John Moores de Liverpool, que la examinara detenidamente.

"Poseo la única prueba forense en la historia del caso", afirma el empresario convertido a escritor en declaraciones recogidas por la agencia local PA.

"Me he pasado catorce años trabajando en ello, y por fin hemos resuelto el misterio de quién era Jack El Destripador", asegura.

Según Edwards, "solo los incrédulos que quieren perpetuar el mito dudarán" del descubrimiento. "Esto es definitivo: lo hemos desenmascarado", apostilla.

El escritor de 48 años y residente en el norte de Londres explica que siempre se sintió "cautivado" por el misterio del escurridizo asesino, y se dedicó a investigarlo en su tiempo libre, si bien había perdido la esperanza de resolver el caso.

No obstante, el hallazgo del chal le permitió explorar una nueva pista que, según él, ha resultado ser definitiva, al establecer que la sangre en la prenda pertenecía a la víctima y a Kosminski, de quien también había semen.

Edwards y su socio científico compararon las muestras halladas en el rebozo con las de descendientes del supuesto asesino y la ocasional prostituta.

"Cuando descubrimos la verdad, fue la sensación más increíble de toda mi vida", afirma Edwards.

"Gracias a Dios que el chal nunca se lavó, pues contenía pruebas clave", añade.

Aunque el libro ofrece sin duda material para la reflexión, es improbable que ponga fin a las especulaciones que desde hace 126 años rodean a los crímenes de Whitechapel, que tantas novelas y películas han inspirado.

EFE




Tags

Lo último en Lima

Lo más leído

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA