La primera proyección de "Los abrazos rotos" ha sido recibida en Cannes con división de opiniones.
La primera proyección de "Los abrazos rotos" ha sido recibida en Cannes con división de opiniones, desde los que la consideran merecedora de premio hasta los que aseguran que se han encontrado con un Álmodóvar en baja forma.
"Es una de las historias más profundas rodadas en Europa en los últimos años", comentaba a Efe un periodista holandés. "Me ha fascinado que, además de tener referencias a otros directores, esta vez se haya homenajeado también a sí mismo. Hay escenas que son ya clásicos", añadía.
Una periodista italiana, en cambio, aseguraba que "la construcción del filme es genial, pero no sé cómo funcionará con el público. Creo que, aunque es una película muy sentida y muy vivida, quizá se aburran un poco".
Y el periodista del Daily Mail, el mismo que reprochó a Lars Von Trier haber realizado "Anticristo", agradeció al director manchego su "provocación, en el buen sentido".
Pedro Almodóvar, en cualquier caso, desplegó su saber estar y su mejor sentido del humor en la rueda de prensa, acompañado por todo el equipo de la película, entre ellos Penélope Cruz, que acudió a pesar de estar pasando una gripe.
"Es una gripe normal, pero aun así me hace sufrir mucho", dijo entre bromas la actriz ganadora del Óscar.
"Tenemos aquí a tres premios de interpretación en Cannes". Así introdujo Almodóvar a Cruz, Blanca Portillo -ambas galardonadas por "Volver" (2006)- y José Luis Gómez -premio por "Pascual Duarte" en 1966. Rubén Ochandiano, Lluís Homar, Agustín Almodóvar y Tamar Novas también acudieron a Cannes.
Respecto a sus expectativas en el palmarés, Almodóvar aseguró: "Me voy a ir el viernes para no dar la sensación de estar esperándolos. Pero estoy dispuesto a volver el domingo, aunque sea para entregar el premio al mejor actor o al mejor director".
Continuamente halagado por su dirección de actores, Almodóvar reconoció que para ello "basta con entender un poco a los seres humanos. Alguien que no se entiende con las personas difícilmente puede ser un buen director".
"Hay un acuerdo tácito que me permite meter la mano en zonas muy íntimas y a veces muy dolorosas de mis actores. La clave está en ellos. Aunque parezca que una escena es absurda o bordee el ridículo, una interpretación realista consigue que funcione", prosiguió.
"Y yo, que soy muy tímido, a veces si es necesario hago todos los papeles en el escenario. En una película, que no voy a decir cuál es pero era mi quinta película, llegué a hacer un cunilingus a una actriz para enseñarle al actor cómo tenía que hacerlo", aseguró entre risas.
Almodóvar quiso también homenajear, como en "Los abrazos rotos", a "Mujeres al borde de una ataque de nervios" (1988). "La fertilidad de ese guión ha sido increíble", confesó. "Además, sus fantasmas me han acompañado durante este último rodaje".
"Se están llevando a cabo ahora dos adaptaciones. Una para la FOX en forma de serie de televisión, que tienen idea de que sea una infinita y ojalá lo consigan", explicó.
"La otra es un musical de Broadway. El 10 de junio iré a los primeros ensayos".
"Es una de las historias más profundas rodadas en Europa en los últimos años", comentaba a Efe un periodista holandés. "Me ha fascinado que, además de tener referencias a otros directores, esta vez se haya homenajeado también a sí mismo. Hay escenas que son ya clásicos", añadía.
Una periodista italiana, en cambio, aseguraba que "la construcción del filme es genial, pero no sé cómo funcionará con el público. Creo que, aunque es una película muy sentida y muy vivida, quizá se aburran un poco".
Y el periodista del Daily Mail, el mismo que reprochó a Lars Von Trier haber realizado "Anticristo", agradeció al director manchego su "provocación, en el buen sentido".
Pedro Almodóvar, en cualquier caso, desplegó su saber estar y su mejor sentido del humor en la rueda de prensa, acompañado por todo el equipo de la película, entre ellos Penélope Cruz, que acudió a pesar de estar pasando una gripe.
"Es una gripe normal, pero aun así me hace sufrir mucho", dijo entre bromas la actriz ganadora del Óscar.
"Tenemos aquí a tres premios de interpretación en Cannes". Así introdujo Almodóvar a Cruz, Blanca Portillo -ambas galardonadas por "Volver" (2006)- y José Luis Gómez -premio por "Pascual Duarte" en 1966. Rubén Ochandiano, Lluís Homar, Agustín Almodóvar y Tamar Novas también acudieron a Cannes.
Respecto a sus expectativas en el palmarés, Almodóvar aseguró: "Me voy a ir el viernes para no dar la sensación de estar esperándolos. Pero estoy dispuesto a volver el domingo, aunque sea para entregar el premio al mejor actor o al mejor director".
Continuamente halagado por su dirección de actores, Almodóvar reconoció que para ello "basta con entender un poco a los seres humanos. Alguien que no se entiende con las personas difícilmente puede ser un buen director".
"Hay un acuerdo tácito que me permite meter la mano en zonas muy íntimas y a veces muy dolorosas de mis actores. La clave está en ellos. Aunque parezca que una escena es absurda o bordee el ridículo, una interpretación realista consigue que funcione", prosiguió.
"Y yo, que soy muy tímido, a veces si es necesario hago todos los papeles en el escenario. En una película, que no voy a decir cuál es pero era mi quinta película, llegué a hacer un cunilingus a una actriz para enseñarle al actor cómo tenía que hacerlo", aseguró entre risas.
Almodóvar quiso también homenajear, como en "Los abrazos rotos", a "Mujeres al borde de una ataque de nervios" (1988). "La fertilidad de ese guión ha sido increíble", confesó. "Además, sus fantasmas me han acompañado durante este último rodaje".
"Se están llevando a cabo ahora dos adaptaciones. Una para la FOX en forma de serie de televisión, que tienen idea de que sea una infinita y ojalá lo consigan", explicó.
"La otra es un musical de Broadway. El 10 de junio iré a los primeros ensayos".
-EFE-
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