La reconocida marca de prendas, relojes y joyas retoma el negocio de la perfumería tras haber lanzado tres esencias en los años veinte.
La firma de lujo Louis Vuitton avanza en sus planes de ampliar la diversificación de su negocio con la idea de abrir un taller de perfumería en la localidad de Grasse, en la Costa Azul francesa, informó la prensa gala.
La casa, dedicada hasta ahora a la ropa "prêt à porter", las gafas, los relojes y las joyas, había lanzado tres esencias en los años veinte, pero después abandonó esa actividad.
La filial del grupo LVMH, sobre la que ya se rumoreó en noviembre del año pasado que pretendía retomar seriamente la creación de perfumes, habría pedido ya al ayuntamiento de esa ciudad, según el diario "Les Echos", los permisos necesarios para rehabilitar la fortaleza en la que se instalaría la sede.
El terreno donde se encuentra la "Maison Vauthier", antigua fábrica construida en el siglo XVIII y en parte propiedad de la comuna de Grasse, cautivó al presidente de firma de lujo, Yves Carcelle, que según el rotativo económico ha pagado por la cesión un millón de euros.
LVMH, encargado de las fragancias de Dior, Guerlain, Kenzo y Givenchy, apuesta por su propia "nariz" en exclusiva, y habría fichado ya a su maestro perfumista, el creador de colonias como "Poème" de Lancôme, o de "Dior Addict" Jacques Cavallier-Belletrud.
El proyecto completo prevé la creación de un jardín de esencias con plantas autóctonas y podría incluir la construcción de un taller de tratamiento de cuero para retomar la tradicional fabricación de guantes perfumados.
LV no ha querido confirmar estas informaciones, pero según los medios, tendrá finalizado en 2014 ese taller de perfumes, que servirá además de centro de reunión para "amigos de la casa", como las actrices Rossy de Palma y Cate Blanchett, o el director Wong Kar-Wai.
EFE
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