El servicio de transporte tiene ocho años funcionando, pero aún no inició oficialmente el proceso de concesión porque la Municipalidad de Lima no cumplió con las obras que prometió.
Largas colas, estrés y constantes incomodidades por las demoras de los buses son situaciones que deben enfrentar los más de 500 mil limeños que diariamente utilizan el servicio del Metropolitano para movilizarse en horas punta.
La molestia de los usuarios se incrementa al saber que las empresas operadoras del servicio y Protransporte deberán decidir este viernes si se eleva o no el precio del pasaje que actualmente es de 2 soles y 50 céntimos.
¿Qué ha pasado con este servicio que empezó a operar hace 8 años y que actualmente tiene una flota de 300 unidades troncales y más 290 alimentadoras que atraviesan la capital desde Chorrillos a Independencia?
Aunque con algunas diferencias, la situación caótica del Metropolitano se replica en otros sistemas urbanos de transporte de la región como el Transmilenio en Colombia o el Transantiago en Chile.
El experto en transportes Lino de la Barrera indicó que no puede haber mejoras en el Metropolitano, como el aumento de más unidades para satisfacer la demanda o el reordenamiento de la periodicidad de los buses, hasta que no se solucione el problema contractual entre la municipalidad y los operadores.
“El sistema Metropolitano formalmente hasta el día de hoy no ha iniciado el proceso de concesión, sencillamente porque las obras a las que se comprometió Lima: terminar desde Naranjal hasta Chimpu Occllo, algunas actividades en ese patio norte y algunos temas que debían mejorarse en algunas estaciones, no se han cumplido”, indicó.
Similar opinión tiene el presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), Crisólogo Cáceres, quien además sugiere que el acuerdo entre la municipalidad y las empresas operadoras del Metropolitano debe renegociarse.
“Como se sabe en este contrato, las empresas operadoras más la empresa recaudadora son mayoría. La municipalidad está sola frente a tan abrumadora mayoría y por tanto cuando se plantea un incremento en los pasajes, la municipalidad no puede hacer nada. Esa es la cuestión de fondo. Todos los contratos que afecten los bolsillos de los usuarios deben ser objeto de revisión por lo menos de una renegociación”, explicó.
Mientras se discute esta problemática y el posible incremento de la tarifa, que sería la tercera vez que es ajustada desde que empezó a operar el Metropolitano, los ciudadanos diariamente continúan expuestos a un sistema de transporte evidentemente colapsado.
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