La primera dama de EEUU y sus amigos cenaron en un restaurante del centro histórico de Marbella durante la primera jornada de su visita a España junto con su hija Sasha.
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y sus amigos han cenado hoy con vino tinto y de Málaga en un típico patio andaluz que acoge un restaurante del centro histórico de Marbella durante la primera jornada de su visita a España junto con su hija Sasha, que también ha acudido al lugar.
"Han comido muy bien, han tomado buenos vinos y platos", ha asegurado a los periodistas el dueño del establecimiento, Ramón del Pazo, quien por discreción ha eludido precisar la comida que han tomado, aunque ha comentado que "son los (platos) habituales de los clientes del restaurante, lo que más piden".
Los comensales "han bebido buen vino tinto español y un vino de Málaga", Michelle cuando se iba ha felicitado a toda la plantilla persona por persona y "han quedado muy contentos con el trato", según Del Pazo, que indica que "el comportamiento ha sido exquisito, como una familia de lo más normal".
El entorno no podía ser más propio de Andalucía, el patio central de una casa donde se sitúan las mesas del comedor, un espacio abierto donde han compartido mesa a la luz de las velas y rodeados de buganvillas durante más de dos horas.
Sasha, de 9 años, ha salido el restaurante junto con otras niñas amigas para acudir a una heladería cercana y han vuelto a la cena con su tarrina de helado.
Ante una amplio dispositivo de seguridad en una plaza llena de personas pendientes de ver a Michelle, la primera dama -al marcharse- ha saludado desde su vehículo a todos con una sonrisa.
Ha sido poco antes de las 22.00 horas peninsular española (20.00 gmt) cuando los Obama y sus amigos han abandonado el restaurante Buenaventura Plaza, situado en la plaza de la iglesia del casco histórico marbellí, en varios vehículos, al parecer, de vuelta al hotel donde se alojan, en la localidad malagueña de Benahavís.
En mitad del revuelo, la artista Carmen Sevilla ha llegado a la plaza para visitar la iglesia y tras marcharse Michelle Obama y despejarse la zona de público ha accedido al mismo restaurante donde ha cenado la primera dama.
- EFE-
"Han comido muy bien, han tomado buenos vinos y platos", ha asegurado a los periodistas el dueño del establecimiento, Ramón del Pazo, quien por discreción ha eludido precisar la comida que han tomado, aunque ha comentado que "son los (platos) habituales de los clientes del restaurante, lo que más piden".
Los comensales "han bebido buen vino tinto español y un vino de Málaga", Michelle cuando se iba ha felicitado a toda la plantilla persona por persona y "han quedado muy contentos con el trato", según Del Pazo, que indica que "el comportamiento ha sido exquisito, como una familia de lo más normal".
El entorno no podía ser más propio de Andalucía, el patio central de una casa donde se sitúan las mesas del comedor, un espacio abierto donde han compartido mesa a la luz de las velas y rodeados de buganvillas durante más de dos horas.
Sasha, de 9 años, ha salido el restaurante junto con otras niñas amigas para acudir a una heladería cercana y han vuelto a la cena con su tarrina de helado.
Ante una amplio dispositivo de seguridad en una plaza llena de personas pendientes de ver a Michelle, la primera dama -al marcharse- ha saludado desde su vehículo a todos con una sonrisa.
Ha sido poco antes de las 22.00 horas peninsular española (20.00 gmt) cuando los Obama y sus amigos han abandonado el restaurante Buenaventura Plaza, situado en la plaza de la iglesia del casco histórico marbellí, en varios vehículos, al parecer, de vuelta al hotel donde se alojan, en la localidad malagueña de Benahavís.
En mitad del revuelo, la artista Carmen Sevilla ha llegado a la plaza para visitar la iglesia y tras marcharse Michelle Obama y despejarse la zona de público ha accedido al mismo restaurante donde ha cenado la primera dama.
- EFE-
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